Este post el la traducción de un discurso de la popular Tea Feary que ya es famoso en internet. Aquí tienen la versión original. Se trata de un llamado a la acción. Tenemos a nuestra disposición herramientas que nunca antes habíamos tenido y que han probado tener un enorme potencial para acelerar nuestra evolución personal y colectiva. Posteo esto porque como toda tecnología poderosa, puede ser usada para hacer mucho bien o mucho mal. Creo que los psicodélicos pueden ser tan provechosos y tan riesgosos como la energía atómica y este discurso aborda este tema de una manera inspiradora que disfruté mucho. Qué la fuerza nos acompañe.
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Acabo de regresar dar una charla en Perú, en la 6ta Conferencia Anual de Chamanismo. El tema fue “Gracia y Locura”. Mi presentación fue un poco
como lo que viene a continuación. Imagina que te leo esto en un exuberante
paraíso tropical. Puedes escuchar a las cigarras zumbando en una extraña
especie de ritmo mientras un mono ardilla pasa rozando tus pies. Y al fondo,
luciérnagas…
Foto Estación Kapitari |
Cuando fui invitada a hablar aquí en la Amazonía, me asusté un
poco. Vi a los otros ponentes –todos estos líderes legendarios en el campo que
han dedicado sus vidas, al ayahuasca, el chamanismo, la neurología, la
etnobotánica, la química o el arte- y pensé ¿Qué puedo aportar? Yo solo soy el
Hada del Té[1].
Escribo una impertinente columna para una página web de información sobre
psicodélicos[2]
frecuentada sobre todo por aficionados
experimentalistas[3].
La ayahuasca es un misterio sagrado, y soy profundamente ignorante
al respecto. La he tomado menos de una docena de veces. He leído algunos
libros, varios artículos y muchos reportes de viaje[4]. He dado vueltas por
algunos foros. Pero tengo que más preguntas que respuestas sobre la ayahuasca.
Sé que me ha cambiado la vida, quizás me haya salvado la vida; me ha curado, me
ayudó a desanudar algunos patrones enfermizos de conducta; ha abierto mi cuerpo
y mi mente, mi corazón y mi alma. Sé que funciona[5]. Es una medicina mágica y
viviente.
Y mi gente está muy enferma ¿saben? El planeta entero está muy enfermo. Así que
pensé: aquí hay una oportunidad para alguien de mi demografía particular hable
con los chamanes del Amazonas y los líderes movilizadores, con las personas que
trabajan con esto, y tratar de dilucidar como podemos relacionarnos de la mejor
manera con este misterio y entre nosotros.
Realmente no represento a nadie, pero me identifico con un vasto y
creciente segmento de la cultura psicodélica. Nacidos cuando los 60’s e incluso
los 70’s ya eran historia nos hemos criado empapados de esta cultura. Tenemos
vidas virtuales y aun así nuestra cultura es arcaica: es neo tribal; hippies,
ravers[6] y burners[7] ¡Dios! Los chicos de los
festivales, la cultura del éxtasis y el
baile, los buscadores espirituales que mochilean por el mundo y personas
regulares cuyas vidas han sido tocadas por los psicodélicos. No tenemos mucha
tradición que aprovechar, así que a menudo estamos solo arreglándonos como
podemos. Somos todos irresponsables quizás (definitivamente, algunas veces lo somos),
pero somos valientes también y estamos llegando. Estamos siendo llamados por
esta cosa. Realmente creo que estamos siendo llamados.
Y de repente, estamos enterándonos acerca de la ayahuasca. Es como
si facebook lo estuviera acelerando o algo así. No es sorprendente que las
personas estén interesadas en ella. Lo que es sorprendente es cuanto tardaron
las noticias en llegar a una masa crítica. Ahora parece que a cada fiesta que
voy, la gente está hablando acerca de la ayahuasca. Todos quieren
intentarlo, los “bacanes” la prueban y
si no has sentido el viento acá en Iquitos, pronto lo harás.
No conozco la mejor manera de proceder. Quiero decir ¿Quieren que
ellos vengan acá? ¿Pueden los curanderos legítimos manejar esa cantidad de
personas? ¿O se va a empeorar el problema provisionando incluso más incentivos para los oportunistas
que quieren ponerse un hueso en la nariz y mandar a sus sobrinos al aeropuerto
con tarjetas de negocio publicitándose como chamanes? Estos tipos pueden hacer
cientos de dólares de una sola vez. Es grandioso para la economía, es terrible
para la economía, está ayudando a las personas, es… complicado ¿verdad? Así que
vamos más allá y tomemos ayahuasca en un contexto indígena. Porque sabemos que
eso es totalmente legítimo, pero cuantos más turistas se adentran en las
comunidades, más entran en contacto estas últimas con las armas, las biblias,
el alcohol, las ETS’s, etc[8]. Y aunque que nada detendrá
la marcha del progreso, yo no quiero ser parte del problema.
Otra opción, si alguien oye este llamado, podría ser encontrar un
chamán local o visitar algunas de las religiones establecidas como las del
Santo Daime o la Uniao do Vegetal. O podemos preparar una tanda del brebaje.
Incontables negocios venden productos etnobotánicos hoy en día y hay una
miríada de posibilidades análogas. Todo tiene DMT, está el acacia-huasca y la
mimosa-huasca y la Phalaris-huasca…
Nunca he probado estos análogos así no hay mucho que pueda decir
sobre ellos. He escuchando críticas variadas. Tal vez sean realmente
diferentes, con espíritus diferentes y propiedades diferentes. Para seguir el
hilo de mi argumentación vamos a decir que no son para nada lo mismo. Aun así
estoy dispuesta a apostar que la sabiduría que rodea al cómo lidiar con esto
apropiadamente es, en sentido amplio, la misma.
Hablar sobre las plantas no es suficiente. También tenemos que
hablar CON ellas y escuchar lo que tienen que decir. Y la última vez que pude
hablar con mamá ayahuasca fue en una ceremonia en Canadá hace un par de meses.
Le pregunté de qué debía hablar cuando estuviera aquí esta noche. Y me mostró
una visión del núcleo de trabajadores de la luz, Maestros Jedi, chamanes de la
Amazonía preparando ayahuasca juntos, sacando las hojas y macheteando la liana,
compartiendo sus canciones e historias, sus
sueños y sus técnicas; y luego, en la noche tomaron la medicina que habían
hecho todos juntos y cantaron juntos una canción poderosa, lanzando una hechizo
que permitiría que la sabiduría del ayahuasca haga metástasis y florezca. Espero
que eso realmente suceda. Espero que ustedes ya tengan una especie de círculo
chamánico que beba y trabaje unido. Estoy tentada a pensar que ese es un
negocio arriesgado, aun así no puedo imaginar ningún poder en el mundo que
pueda resistir el intento concentrado de los bravos de la Amazonía si unen
fuerzas.
Parte de mi visión parecía tratar acerca de como trasmitir conocimiento a
la nueva oleada de exploradores psicodélicos. La gente se está metiendo esta
cosa en sus departamentos en Manhattan. Es como cuando la intelligentsia perdió
el control sobre el LSD. De repente todos está haciéndolo y todos somos como
bebes en el bosque. Muchos de nosotros no tenemos ni una sola pista. El
monolito de 2001 ha aterrizado en
nuestro patio trasero colectivo y estamos todos ahí rascándonos la cabeza
diciendo “mmm, ¿qué es esto? ¿Qué pasa si entro? Somo como aprendices de magos
abriendo portales al azar y gritando “¡Aquí estoy! ¡No sé lo que estoy
haciendo! ¡ven y comparte mi sistema nervioso! ¡Estoy abierto!”
Estamos desesperadamente necesitados de entrenamiento. Conocemos
como preparala y como arreglar el lugar para tomarla. Tenemos recursos como
Erowid para cosas específicas como las dosis adecuadas o las técnicas de
preparación. Pero no tenemos la sabiduría y no conocemos las canciones. No
sabemos como confrontar a los espíritus o como protegernos de aquellos con los
que no deberíamos interactuar. No sabemos como armonizarnos. Realmente ni
siquiera sabemos como nadar; simplemente estamos chapoteando y avanzando como
perros en el agua. Y estamos aprendiendo,
las plantas mismas son excelentes maestras pero entendemos que hay miles de
valiosos años de conocimiento importante que simplemente no tenemos. Sabemos
que es peligroso proceder si él y sabemos que no es tan efectivo proceder si
él. Realmente queremos aprender. Queremos
beber con chamanes legítimos de un linaje cultural que realmente sepan lo que
hacen.
Aún así, escucho más y más gente quejarse cuando las ceremonias de
ayahuasca son demasiado tradicionales. No aquí, por supuesto. La gente viene a
Perú por lo tradicional, pero donde vivo, en California escucho a las personas
hablar de nuevas modalidades que empiezan a evolucionar. Por ejemplo, yo voy a
una ceremonia anual que también es un retiro artístico. Ahí está permitido pararse y
girar ahí mismo en la maloca… Cantamos canciones del Daime, canciones sufíes,
canciones hindúes, canciones de los Beatles. Es asombroso, es mágico. A mamá le
gusta, se los juro. Todos reciben buena curación, buena introspección, buena
vibra… y estoy realmente entusiasmada con esto porque creo que demuestra que
muchas maneras de hacerlo funcionar. Mientras tanto, es importante respetar la
tradición original. Creo que parte de este mismo respeto podría ser el
reformular algunas cosas en vez de hacer una imitación a medias de todo. Las
culturas están colisionando y nuevas formas evolucionan en las intersecciones. Esto
tiene sentido, así que la próxima vez que veas a una chamán tradicional
sirviendo en una botella de Coca-Cola piensa que todo está hecho de magia y que
todo tiene una función que desempeñar.
La siguiente ola de jóvenes que están al tanto de los psicodélicos
tiene un importante papel que desempeñar. Están muy bien conectados. Son muy buenos
diseminando información. Si la verdad puede ser dicha así como para ser
entendida, entonces será trasmitida. Pero para que pueda ser entendidas por
estos chicos van a tener que aprender a hablar su lenguaje. Deben conocer sus
mitos para que puedan alcanzarlos donde viven. Una canción que fue creada para
ser tocada en un instrumento shipibo podría ser interpretable en una guitarra
eléctrica, pero naturalmente evolucionará un poco en la traducción. Cada
generación tiene que reinterpretar sus viejas historias. No podemos
descartarlos, sino actualizarlos para que puedan reflejar el mundo como lo
conocemos
Para que podamos cambiar las cosas en este punto, muchas cosas
deben hacerse bien realmente rápido. Necesitamos todas las manos sobre la mesa.
Necesitamos a todos los trabajadores de la luz activados. Me refiero a ti.
Necesitamos que todos los que posean algo de verdadera sabiduría o verdadera
magia se mantengan bombeándola tan efectivamente como sea humanamente posible. No
podemos retroceder. No podemos tener miedo de equivocarnos. No podemos tratar
de mantener la tradición viva mientras todo el mundo estalla en llamas. Porque
¿saben qué? La Amazonía se acabó. No habrá sanación en la Amazonía mientras no
haya sanación en Nueva York, ni en Los Ángeles, ni en Dubai. Y ellos necesitan
MUCHA sanación, y no tenemos mucho tiempo. Necesitamos guerreros para Gaia en
este instante. Necesitamos una orden mística de superhéroes de la vida real.
Y eso es lo que queremos ser. Es para lo que nos hemos estado
preparando toda nuestra vida. Nada es accidental. Quizá una de cada cincuenta
personas o una de cada cien tiene el tipo de chamánico de personalidad ¿verdad?
Y todos nosotros estamos medianamente activados por nuestra exposición a un
imaginario mítico. La generación Star Wars fue criada para desear ser místicos.
La generación Matrix está rechazando el programa. Sabemos que todo es una ilusión
y que somos nosotros quienes la estamos soñando. Los niños que crecen con
Avatar quieren conectarse con a IA –la Inteligencia Amazónica- y está ahí
¿saben? Todo es verdad, todo es real. Es tan real como siempre quisimos que lo
fuera. Y queremos que sea real. Queremos tomárnoslo en serio. Sabemos que este
es el fin del mundo. Sabemos que una transformación masiva tiene ocurrir, y si
este misterio puede ser traído a bordo de nuestras vidas de una forma que pueda
consumar nuestros mitos, creo que podríamos activarnos completamente por él.
La ayahuasca es un espíritu de la selva pero también es un
espíritu viajero-espacial. Es tan futurista como arcaica. Lo sabe todo. No es
un turista que viene del campo y se siente confundido por la “sofisticada”
gente de la ciudad. Te habla en cualesquiera sean los términos que tienes en la
cabeza. Si tu contexto es la mitología selvática, tal vez te envíe una anaconda
gigante. Pero si tu contexto es la ciencia ficción entonces te enviará un
Shai-Hulud, el gusano de arena de Dune.
Quizás es parcialmente la misma imagen, no lo sé. Pero sé que cuando les
pregunté a las plantas de qué debía hablarles aquí esta noche, me dijeron que
debía hablar acerca de fundar un Templo Jedi.
¿Qué les parece? Realmente no quisiera llamarlo así y no estoy
tratando de llamar la atención o trivializar lo que les digo, todo lo
contrario. Pero sí me gusta la palabra praxeum
de la Academia Jedi, que significa aprendizaje y práctica.
Centro Takiwasi |
Sé que hay condensaciones parciales de esto – las llamadas
escuelas de chamanismo – y que hay centros de retiro que más o menos se parecen
a lo que estoy mencionando. Pero yo me refiero a algo más parecido a una
verdadera universidad que albergue a chamanes experimentados, un lugar al que
puedas ir y vivir durante algunos semestres. Seguro que vas a tener que beber
mucho, seguro estarás muy inmerso pero también tomarías clases y diferentes
chamanes enseñarían “Defensa contra las artes oscuras” o “Ícaros I”. También
habrían clases de botánica, “Trabajo en la Chacra[9]”, “Ecología del Amazonas”.
Habrían expertos instruyendo a los estudiantes sobre neurología, química y
psicología transpersonal. Podría tener un programa para que los postulantes
vengan y experimenten con la medicina – solo por exploración o para una
reseteada o para curarse – y los estudiantes a tiempo completo podrían funcionar
como asistentes. Los profesores podrían hacer ceremonias juntos como vi en mi
visión. Podrían tomar clases entre ellos también. Si más científicos conocen a
las plantas y más curanderos conocen más sobre psicología moderna o química o
física cuántica o cultura popular, se podría hacer mucho bien. Los chamanes son
como nuestros doctores o ministros y necesitamos que sepan de donde venimos y a
donde vamos; que clase de energías tenemos a nuestra disposición y qué demonios
estamos combatiendo. Necesitamos chamanes que vengan al Burning Man y a Nueva
York porque ni si quiera sabemos nuestras propias canciones. Los patrones están estropeados y no sabemos cómo repararlos. Necesitamos un Ícaro para el
internet, necesitamos depositar versos de canciones en el paisaje virtual y hacia
afuera, más allá de este mundo hacia las estrellas.
Necesitamos que nos ayuden a encontrar la forma de chamanismo que
es la correcta para personas como nosotros. Ni siquiera quiero usar la palabra
chamán para los estudiantes. El chamanismo es una antigua y venerable
institución, no quisiera trivializarla sugiriendo que cualquier tipo de
programa podría lanzar una nueva cosecha de chamanes cada año. Eso sería
disparatado e insultante. Los chamanes tomarían aprendices individuales quienes
vivirían con ellos en una cabaña durante años y aprender realmente. No queremos
degradar eso. Pero hay tan pocos espacios para aprendices legítimos ¿saben? Y
necesitamos desarrollar nuestro potencial colectivo lo más rápido posible.
Quiero hacer una nueva distinción entre un profano y un chamán –un
adepto, quizás-. Es algo así como la diferencia entre un doctor y un
practicante de enfermería. Quisiera ver algo análogo a una licencia de piloto o
un certificado de los que les dan a los buzos para sumergirse mar adentro que
diga cuantas horas de vuelo tienes, que sabes para que sirven todos esos
botones y que has memorizado todas señales manuales como “anaconda”, “cóndor” o
“enjambre de elfos”. Una licencia de ese tipo significaría que estás listo para
andar, que puedes viajar con alguien de tu rango o superior y probablemente
harás más bien que mal. No significa que puedes enseñar a otros, pero
significaría que tienes los principios básicos, cierta experiencia y que eres
una buena fuente de información. Sí, sé que un poquito de conocimiento puede
ser peligroso; pero un poquito de conocimiento también puede salvarte y salvar a
tus amigos. Un adepto puede ser el encargado de alertar a su comunidad acerca
de combinaciones que estén contraindicadas, por ejemplo. Podría amainar las
aguas psíquicas con una canción antigua, redirigir energías desbalanceadas y
sentir lo que está pasando en general. Personas con tales habilidades básicas
contribuirán a manifestar el futuro que todos queremos.
Además, serán nodos de sanación en sus comunidades, estos
estudiantes podrían ser los embajadores de la Amazonía. Tal vez podamos
establecer una tradición en donde todo el dinero obtenido de las sesiones de
ayahuasca pueda volver al Amazonas, al menos una parte. Podrían mejorar la
economía de la Amazonía de manera controlada; y podríamos tener este asombroso
centro – quizás muchos- con buenas librerías y buen arte y grandes jardines y
estudios de grabación.
Pero todo esto significa evolucionar la tradición y hacer las
cosas de diferente manera de cómo se han estado haciendo. Hacerlo de la manera
usual no va a funcionar en la ciudad y no va a funcionar en la Amazonía. Estos
son tiempos extraordinarios y nos fuerzan a todos a y ajustar nuestras
prácticas de maneras sin precedentes. Tomar ayahuasca a la antigua porque así
es como se ha hecho siempre es como trabajar en DOS porque así se ha hecho
siempre.
Evolucionar significa trabajar juntos y dejar de lado un poco el “soy
el más bravo chamán del Amazonas”. Estuve medio sorprendida cuando escuché
acerca de las peleas internas que se presentan. En mi ingenuo idealismo hippie
asumía que todos los chamanes serían como uno solo.
El tiempo ha llegado, la suerte está echada, empezó el juego, las
fichas están sobre la mesa. Este es un momento crucial para nuestra especie, y
tenemos que darle todo lo que tenemos. La ayahuasca podría ser uno de los
catalizadores que necesitamos. Se está moviendo por el mundo y está haciendo
amigos. Está haciendo nuevos pactos. Tenemos que negociar un nuevo acuerdo con
ella. Quizás también está evolucionando. Terence McKenna dijo que el hongo quiere
dispersarse en la cultura, que quería hacer contacto con estas nuevas mentes y
co-evolucionar con nosotros. Tal vez el ayahuasca quiera lo mismo. Creo que así será, lo quiera o no. Es un
poco difícil imaginar que las cosas no sean de esta manera, lo que es
reconfortante…
Tenemos que hablarle. Tenemos que
preguntarle lo que quiere. Tenemos
que trabajar con ella. Así que la siguiente vez que Mamahuasca te conteste el
teléfono sé un buen embajador. Dile que mucha gente extraña está viniendo y
pregúntale como canalizar ese río ¿Cómo podemos encontrar nuestro camino a
través de esta selva? ¿Cómo podemos alcanzar nuestro potencial tanto como
individuos y como especie? ¿Cómo podemos hacernos compañeros para sanar el
mundo que compartimos?
Yo tengo al ayahuasca en la más sagrada consideración y si en
algún momento he sonado irrespetuosa, pido perdón humildemente. Es un misterio
más profundo que lo que podría empezar a sondar. Cuanto más entro en comunión con
la ayahuasca, menos pienso que sé sobre ella. Solo sé que quiero que ganemos la
carrera por la humanidad y parece que va a estar bien reñida. Quiero que
hagamos todo lo posible para poner las cosas a nuestro favor.
Tal vez así es como funciona. Tal vez así es como los dioses bebés
maduran y estamos en la pubertad en este momento ¿Han escuchado cuando dicen
que somos los hijos de Dios? Pero el hijo de una oveja crece para ser una oveja
¿no es así? y el hijo de un ser humano crece para convertirse en un ser humano.
El futuro está tratando de nacer ahora mismo y necesitamos
parteras en cada esquina. Que la fuerza nos acompañe a todos.
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