Importante

viernes, 7 de diciembre de 2012

"El LSD como Ayuda Espiritual" de Albert Hofmann


Este post es la traducción de un ensayo de Albert Hoffmann, descubridor del LSD, publicado en Reality Sandwich. Pueden leer el original aquí. Antes de comenzar la lectura quisiera pedirles que no olviden las reglas de la casa

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LSD como ayuda espiritual


Lo que sigue fue extraído del libro Crecimiento Espiritual con Enteógenos, editado por Thomas B. Roberts, disponible en Inner Tradittions.
Albert Hoffmann, Ph.D., Dr en Farmacología y Ciencias Naturales, es mejor conocido por su casual descubrimiento del LSD y su efecto químico, identificando los principios activos de un hongo sagrado en México. Era director de investigación retirado del departamento de productos naturales en la empresa  Sandoz Pharmaceutical Ltd.en la ciudad de Basilea, Suiza. El Dr. Hoffmann era miembro de la Academia Mundial de la Ciencia, del comité del Premio Nobel, la Asociación Internacional de Investigación sobre Plantas y la Sociedad Americana de Farmacognosia. Escribió muchos artículos científicos y varios libros: La botánica y la Química de los Alucinógenos y Plantas de los Dioses con Richard Evans Schultes, El camino a Eleusis con R.G. Wasson y Carl Rusck, LSD: Mi hijo problema, y Insgth/Outlook..
Nacido el 11 de enero de 1906, Albert celebró su cumpleaños número cien con un excelente estado de salud, con cientos de admiradores agradecidos en el “Espíritu de Basilea” – una celebración por el trabajo de toda su vida – Murió dos años después el 29 de abril de 2008, cuatro meses después  de que su esposa, Anita, falleciera. Sus archivos y su legado son gestionados por Dieter Hagenbach en www.gaiamedia.org.




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El uso de soma (que es el haoma iraní) es uno de muchos ejemplos del uso religioso de drogas e intoxicantes que tienen extraños efectos psicológicos. En nuestros tiempos, Aldous Huxley ha abogado por el uso de mescalina. Las extrañas y glorificantes propiedades de estas plantas y preparados le han dado al hombre una elevada experiencia religiosa, una ventana, por así decirlo, a un mundo que normalmente está más allá del alcance de los monótonos sentidos.
Ninian Smart, La Experiencia Religiosa de la Humanidad, 1984

Antes de empezar a contar sobre el rol que ha tenido el LSD en mi desarrollo espiritual, es apropiado hacer algunos apuntes generales sobre este especial psicofármaco.


El LSD no es producto de una investigación planificada. No estaba buscándolo, el vino a mí. Esto significa para mí, que una autoridad mayor pensó que ahora era necesario proveerle a la humanidad una ayuda farmacológica adicional para su crecimiento espiritual.
El LSD no es una sustancia sintética de laboratorio. Después del descubrimiento de que las amidas del ácido lisérgico y el ácido lisérgico hidroxietilamida (cercanamente emparentado con el ácido lisérgico dietilamida) son los principios activos[1] del Ololiuqui, una antigua planta sagrada de los indios mexicanos; el LSD tiene que ser considerado como perteneciente al grupo de las drogas enteógenas naturales de Centroamérica.
Estas dos características del LSD legitiman su uso en un contexto religioso.
Ahora, voy a contar como el LSD fue una ayuda espiritual para mí, y como influencia mi forma de ver el mundo[2].
Después de mis primeras experiencias con LSD, la pregunta surgió para mí: ¿Cuál es la verdadera, la imagen del mundo como la percibimos con conciencia del día a día o la abrumadora visión bajo los efectos de enteógenos?
Esto me causó que analizara lo que conocemos acerca del mecanismo con el que percibimos la realidad.
La percepción presupone a un sujeto que percibe un objeto que es percibido. En las relaciones humanas el sujeto que percibe es el ser humano individual, más exactamente, su conciencia, y el objeto percibido es el mundo material exterior.
Es de la mayor importancia estar concientes del hecho de que el mundo exterior consiste, objetivamente, en nada más que materia y energía.
Con el fin de hacer visible el mecanismo de nuestra realidad siendo experimentada[3], he elegido una metáfora de la televisión. El mundo material funciona como una transmisor, emanando señales ópticas, acústicas, gustativas, olfatorias y táctiles que son recibidas por la antena, por nuestros órganos sensoriales, ojos, oídos, lengua, nariz y piel, y son conducidas de ahí a su centro correspondiente en el cerebro, al receptor. Luego, estas señales materiales y energéticas son transformadas en el fenómeno espiritual de ver, oír, saborear, oler y tocar. Uno no sabe como esta transformación de impulsos materiales y energéticos hacia la dimensión psíquica de la percepción, se lleva a cabo. Esto incluye el misterio de la conexión entre el mundo material y espiritual.
La metáfora del transmisor-receptor de la realidad, hace evidente que la imagen del mundo exterior cobra existencia en el interior, en la conciencia del individuo.
Este hecho fundamental significa que la pantalla en la el colorido mundo es percibido no está fuera sino en el espacio interior de cada ser humano. No hay colores, ni sonidos, ni sabores, ni olores en el mundo exterior. Todos cargan en sí mimos su propia imagen del mundo, una imagen creada por su receptor privado. No hay una pantalla común afuera. Esto nos vuelve completamente concientes del poder creador (cosmogenético) concedido a cada ser humano.
Antes de hacer uso de estas consideraciones para explicar la habilidad del LSD y los otros enteógenos de cambiar la experiencia de la realidad, nuestro conocimiento de la esencia de la conciencia debe ser revisada.
La conciencia desafía una definición y explicación científicas; ya que es lo que se necesita para contemplar lo que ella misma es. Solo puede ser circunscrita a ser el centro receptivo y creador del ego espiritual, que tiene las facultades de percibir, pensar y sentir, y que es el asiento de la memoria.
Es de fundamental importancia ser concientes de como la conciencia se origina y se desarrolla.
El humano recién nacido posee, solamente la facultad de percibir – posee, o más correctamente, ES este núcleo místico de la vida. Posee – para usar de nuevo la metáfora de la televisión – un disco en blanco, donde el estimulo proveniente del mundo exterior es transformado en imágenes y sensaciones que pueden ser almacenadas en la memoria, proveyendo el lugar de trabajo para el pensamiento. Sin estas señales del exterior, ninguna conciencia se podría desarrollar.    
Hay un consenso común sobre que la evolución de la humanidad es paralela al incremento y la expansión de la conciencia. A partir de lo descrito sobre el proceso de cómo la conciencia se origina y se desarrolla, se vuelve evidente que su crecimiento depende de su facultad de percepción.
Por lo tanto se deben usar todos los medios disponibles para mejorar esta capacidad.
Las características de los enteógenos, su facultad de mejorar la percepción sensorial, los convierten en ayudas inestimables en el proceso de la expansión de la conciencia.
Fue el LSD, el enteógeno más potente[4], el que, para usar el famoso verso de Blake, limpió las puertas de mi percepción y me hizo ver todo como era, infinito.   
Durante mi niñez experimenté espontáneamente algunos de esos momentos dichosos cuando el mundo aparecía de pronto bajo una luz nueva y brillante, y tenía la sensación de estar incluido en su belleza indescriptible y maravillosa. Estos momentos permanecieron en mi memoria como experiencias extraordinarias de felicidad indecible, pero solo después del descubrimiento del LSD pude aprehender su significado y su importancia existencial.
Como mencioné al inicio de este corto ensayo, fueron mis experiencias con LSD las que causaron que reflexionara acerca de la esencia de la realidad. Las perspectivas[5] que recibí, así descritas, aumentaron mi asombro acerca de la maravilla de la existencia, de la que nos volvemos concientes en momentos iluminados.    


Teaser image by Peter Kaminsky, courtesy of Creative Commons license.




[1] En el texto:  principio enteógeno
[2] En el texto aparece entre paréntesis: (Weltanschauung)
[3] En el texto: In order to make conspicuous the mechanism of our experiencing reality
[4] El enteógeno más potente que existe en la actualidad es el 5-MeO-DMT
[5] En el texto: insights 

jueves, 4 de octubre de 2012

Adicción al ayahuasca y el ego

Esta es la traducción de un ensayo de Adam Elenbaas que tomé de aquí. Espero que les sea de utilidad, sobre todo a mis compañeros de viajes. Ayahuasqueros valientes, amigos a los que tanto les debo. Este post es en agradecimiento por todo lo que me han dado en este cortísimo tiempo. 


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Hace ocho años, mientras Venus eclipsaba al Sol en su movimiento retrógrado[1] por el signo de Géminis, empezaba mi camino psicodélico. Tuve una experiencia con hongos en una fiesta que había organizado. La experiencia me abrió hacia la profundidad de mi propia psicología y el aliento del cosmos. Irónicamente, esto terminó con mi adicción a otras sustancias y expandió mi imaginación y mi sentido de lo que era posible para mí y para la realidad en general.  En los meses siguientes, mientras Venus continuaba su tránsito retrógrado (sin que yo lo supiera), me fui en un viaje mochilero a las Montañas Porcupine, al norte de Michigan con un amigo de la infancia, un géminis (mi sol natal también está en la tercera casa de géminis). Después de tripear juntos en aquel épico paisaje silvestre empezamos a explorar con psicodélicos juntos durante todo el año siguiente hasta que viajamos juntos a la Amazonía para beber ayahuasca en la primavera de 2005.  
Tomar ayahuasca fue la experiencia más extática que jamás había tenido. Mi mente, cuerpo y corazón se abrieron más allá de lo que había conocido o creído que fuera posible, incluso considerando las exploraciones psicodélicas que había realizado antes de ingresar a la selva amazónica. Sin embargo estas no eran mis primeras experiencias extáticas. Antes de mis incursiones psicodélicas había sido un drogadicto, y antes de eso había sido cristiano evangélico pentecostal, y antes de eso había crecido con un padre predicador liberal que había sido influenciado por las experiencias con psicodélicos que había tenido en sus veintes. Su interés de toda la vida por los rituales de los nativos norteamericanos, las carpas para sudar, la poesía, la mitología y la era de la música psicodélica habían estado como trasfondo a mi crianza aunque casi no había sido consciente de ello hasta mi primera experiencia con ayahuasca, cuando tenía veinticinco años.
En resumen, mi vida entera ha estado profundamente impregnada de estados de conciencia “místicos”, “extáticos” y “transformacionales”. Ciertamente, si algo me han mostrado estas experiencias “cumbre” son ambos aspectos, los oscuros y los luminosos, de la mentalidad místico/religiosa. Recientemente, en junio pasado, Venus ha completado su ciclo de ocho años de movimiento retrógrado por el signo de Géminis, llegando a donde estaba hace ocho años cuando comenzaba mis viajes psicodélicos, eclipsando por segunda vez al Sol (estos eclipses solo suceden cada cien años). Me he dado cuenta de que muchas verdades derivadas de estados de conciencia alterada, especialmente aquellos que desean eliminar o matar el ego, a menudo reflejan estados patológicos o kármicamente enredados, únicos en las personas que gravitan alrededor de experiencias extáticas en general.
El Ego y la Luna, el espíritu y el Sol 
En el campo de la astrología evolucionaria, como en muchas otras tradiciones religiosas/espirituales, se habla mucho sobre nuestras sucesivas encarnaciones que ocurren debido a un primitivo “deseo de separación” que, como los conceptos de pecado, la caída del hombre o el estado de maya (ilusión), se relacionan a la dualidad. Desde este punto de vista, cada uno de nosotros estamos en un estado temporal (un estado engañoso, ilusorio) de separación de la verdadera fuente de la realidad, o Dios. La meta de nuestro desarrollo evolutivo, de una encarnación a otra, es agotar este deseo de estar separados (haciendo todo lo imaginablemente posible que el ego/ser inferior pueda desear  que esté basado en el estar separado[2]). Una vez que el deseo de estar separado está agotado a nivel del espíritu nos fusionamos nuevamente a la divinidad, o la “unidad” de la cual fuimos originados.
Esta forma particular de ver la carne, el cuerpo, el ego y el ser “inferior” no es nueva. Es tan antigua como el “mundo real” de Platón, más allá de la ilusión de los fenómenos. Es tan antigua como las enseñanzas de Buda o Jesús sobre la naturaleza temporal de los placeres materiales. En la cristiandad, es tan antigua como la idea de San Agustín influenciado por Platón de la partida de la Ciudad de los Hombres hacia la Ciudad de Dios. Esta es la búsqueda esencial, mitológica de liberarse de la prisión material hacia el reino de la conciencia, y finalmente a una completa absorción con Dios. Es una antigua historia religiosa y hay mucho que decir sobre esto.
Es verdad que, después de todo, el lado oscuro de ser una criatura sintiente, de vivir con un cuerpo, es la forma en que nuestros deseos corporales pueden involucrarnos con toda clase de sufrimiento.  El miedo a nuestra propia mortalidad nos puede enviar por agujeros de conejo hacia el hambre de poder, la violencia, la codicia, la  lujuria y el miedo. Contener y cultivar la moderación del ser terrenal, el ser ligado al mundo, es algo que cada uno debe aprender a hacer. El primer problema aparece cuando asumimos que este ser “inferior” es cualitativamente diferente o “menos que” nuestro ser superior. El segundo problema  viene cuando asumimos que nuestro ser “superior” es menos capaz de sacarnos de balance que nuestro ser “inferior”.
Pero antes de ir más lejos, vamos a hacer un corto paréntesis para revisar los arquetipos del ser superior y del ser inferior como han sido presentados, generalmente a través de la historia de la astrología kármica o esotérica. En muchas escuelas de pensamiento astrológico, el Sol es considerado el arquetipo del  espíritu. Así, el Sol es representativo del ser “superior”. Desde nuestra perspectiva, a través de las estaciones, aunque la cantidad de luz se desvanece a lo largo del día de veinticuatro horas, vivamos en el hemisferio norte o sur, la cara del Sol permanece constante. Por lo tanto el arquetipo del Sol como el espíritu o el Sol como el ser superior está relacionado a lo que es eterno e invariable. El espíritu, como el Sol, vive en la singularidad y la permanencia a pesar de las vacilaciones de las estaciones o la rotación diaria de la tierra alrededor de su eje.
En contraste, la Luna ha correspondido desde hace mucho con el arquetipo de “el ego”. El ego es entonces el contrastante ser “inferior”. Desde nuestra perspectiva, cada mes, la luz de la luna se desvanece. La Luna es mutable, cíclica y atada al tiempo. El ego, similarmente es cambiante. El ego está gobernado por el tiempo y el espacio y la impermanencia del cambio (lo que implica la relación del ego con la muerte).
Muchos de nuestro filósofos espirituales y las religiones del mundo nos enseñan a liberarnos del ego, de la Luna y del ser inferior para ser más estables, singulares y eternos como el ser superior solar. ¿Pero es posible que el ser solar en realidad no sea mejor que el ser lunar? Vamos a darles una mirada a varias piezas interesantes de simbolismo astrológico sobre de la Luna.
Reevaluando lo Lunar
Desde nuestra perspectiva, aunque la distancia entre la Tierra y la Luna, comparada con la distancia entre la Tierra y el Sol es enorme, el Sol y la Luna aparecen exactamente del mismo tamaño desde la Tierra. Esto quizás no es una coincidencia. Adicionalmente la Luna es capaz de eclipsar al Sol desde nuestra perspectiva. Esto sucede dos veces al año en nuestras dos temporadas anuales de eclipse. Lo siguiente a considerar es que sin la órbita de la Luna y su relación gravitacional con la tierra, nuestro día de veinticuatro horas no existiría. En vez de eso la Tierra giraría sobre su eje en apenas ocho horas y no recibiríamos el contraste de luz y oscuridad o día y noche.  
 Muchos de los que proponen una visión masculina basada en lo solar del progreso hacia la “unidad”, la “singularidad”, la “iluminación”, o la trascendencia de lo material y el ego, les gusta señalar que la luz de la Luna (que representativamente se desvanece como el ego) es solo un reflejo de la luz permanente del Sol. Debido a que la Luna no tiene la propiedad de “dar” luz se considera “bajo la tutela” del emperador masculino: el Sol. Pero esta es una visión limitada. Sin la alternancia de oscuridad y luz en el día de veinticuatro horas, creada por la mera presencia de la órbita de la Luna, el calor del Sol sería demasiado constante y demasiado intenso para procrear y sostener vida en nuestro planeta. Al menos para nuestro lugar en el cosmos, para que la vida eche raíces, se desarrolle y florezca, una alternancia de oscuridad y luz es necesaria. La Luna es, por lo tanto, no solo un objeto reflectante en el cielo, que por casualidad resulta ser del mismo tamaño que el Sol. En vez de esto, la Luna y el ego, en términos astrológicos, es algo así como un diseminador integral, cultivador, alimentador, contenedor y guía del proceso de cómo la luz y la energía indiferenciada (el Sol/espíritu) toman forma y evolucionan. Al degradar los movimientos cíclicos, efímeros y atados al tiempo de la Luna, en comparación con la luz estable del Sol, fallamos en reconocer la naturaleza necesaria de la oscuridad y la noche hacia la luz y el día. 
¿Cómo se traduce la jerga astrológica en términos humanos? Dicho simplemente, nuestro verdadero ser no es simplemente el principio solar. Nuestro verdadero SER es una unión integral de nuestro ser inferior y nuestro ser superior. Cuando hablamos del “ego” entonces, tenemos que ser respetuosos.
Considerando el destino de la arrogancia solar
 Dédalo e Ícaro
En la historia de Dédalo e Ícaro, el inventor Dédalo crea un par de alas de cera y su hijo Ícaro las usa para volar tan alto como puede hacia el sol. Volando tan alto, las alas de cera de Ícaro se derriten y vuelve estrellándose contra la Tierra, hacia el océano. 
Prometeo
En la historia del titán Prometeo, tenemos otra historia de orgullo solar. En su heroica angustia, Prometeo toba el fuego de los dioses y se lo da a los hombres pero en su camino fuera del monte Olimpo es capturado por los dioses y encadenado a la tierra, en el costado de un precipicio. Es consolado por los espíritus de la naturaleza mientras sufre día y noche hasta que un ser inmortal, Chiron, eventualmente toma su lugar.
Lucifer
En la historia bíblica del ángel dador de la luz más brillante, Lucifer, encuentra un destino similar al de Ícaro y Prometeo. Queriendo ser igual de Dios en las alturas, Lucifer es arrojado a la tierra donde se vuelve el rencoroso diablo.
En cada una de estas historias mitológicas, el deseo de ser igual a Dios, pugnar por cierta forma de trascendencia singular o solar del cuerpo y lo terrenal, siempre termina en un castigo terrenal. Cuando pugnamos por la igualdad y la singularidad somos arrojados de vuelta a la Tierra, no solo porque es el lugar en el que la singularidad y la igualdad ya existen de antemano, sino también porque es el suelo fértil donde estas están en constante evolución. El Reino de los Cielos, desde este punto de vista, está aquí mismo, frente a nosotros. Si tratamos de volar alto, arriba de nuestra realidad atada a la tierra, entonces sufrimos en destino de los rebeldes divinos y nos volvemos diablos rencorosos.
Muchas corrientes actuales de pensamiento religioso en nuestro planeta,  ya sea en la forma de las iglesias cristianas evangélicas, de las musulmanas fundamentalistas del medio oriente,  de movimientos políticos y económicos modernos o el movimiento new age global, son inmensamente solares y singulares o reduccionistas en su visión de la evolución ( es decir, que son simplistas en sus visiones acerca del porque estamos aquí, de dónde venimos y hacia dónde vamos o lo que debemos hacer como individuos o como especie).
Un impulso solar desbalanceado tiende a reducir todo a respuestas absolutas, únicas o finales acerca de los que es o no es valioso. Un impulso solar desbalanceado trata de trascender o escapar del proceso de eterno desplegamiento de realidad material que se desarrolla aquí mismo ante nosotros. Un impulso solar desbalanceado trata de romper las viejas las formas pero no sabe como construir otras nuevas. Estas tendencias también son el lado oscuro de la innovadora y rebelde era de Acuario a la que recientemente hemos entrado. Progreso, rebelión, iconoclasia y pensamiento singular y la deconstrucción de las viejas formas saturnianas pueden ocurrir frecuentemente sin un entendimiento saludable de lo que estamos tratando de pro-crear a través de nuestros actos de rebeldía o progreso.     
Adicciones solares y estados alterados
La verdad es que la mayoría de nosotros, de niños, somos inmensamente solares por naturaleza. Venimos al mundo en contacto profundo con ser eterno (hecho de polvo de estrellas). Mientras crecemos la realidad de nuestro ser lunar limitado aparece y en acto de balance entre nuestro Sol y nuestra Luna comienza. Actualmente, tal vez no tengamos mejor aliado en nuestro planeta para lograr esta integración que los ritos de iniciación. Durante un rito de iniciación un participante es guiado ceremonialmente a través de una reconstrucción microcósmica de su propia muerte, solo para poder renacer. Con este proceso del ego reconociendo sus propios límites, rindiéndose a su propia naturaleza cíclica y atada al tiempo, para luego renacer con una nueva conciencia de su participación en la vida eterna (el ser solar), puede dar paso a un nuevo SER integrado. SER con S mayúscula.
El SER integrado, es por lo tanto, una abrazadera entre el ego (nuestros ser atado al tiempo) y el espíritu (nuestro ser eterno). El punto es que no hay una buena razón para asumir que solo porque las formas son temporales no son sagradas. El ser superior en nosotros a menudo odia estar confinado o definido en formas, y el ser material en nosotros a menudo odia ser llevado fuera de su hogar familiar o seducido a la ilimitada libertad del ser superior.
La Libertad, la verdadera libertad, es quizás en última instancia, encontrada en la aceptación y el equilibrio. Muchas personas, cuando escuchan esto, saltan a la conclusión de que esto restringe nuestro ímpetu de cambiar el mundo o cambiar nosotros mismo para mejor. Esto es una refutación solar, pero no es un remedio o una respuesta un “problema” universal. Algunas veces el cambio ocurre mediante la ambición, la rebeldía y la cruzada. Y algunas veces el cambio sucede a través del rendirse y sufrir. ¡La encarnación es un acto de balanceo viviente! 
El problema, (trayendo de vuelta ahora el asunto del ayahuasca y/o los estados alterados de conciencia en general) es que los estados alterados de conciencia abren mundos superiores que contienen gran poder y libertad sobre los mundos inferiores. Muchas personas que toman ayahuasca se vuelven adictas a descargar la información superior o a la libertad experimentada durante los estados alterados. Aquí algunos signos que podrían ser indicativos de una adicción a los estados alterados:
Tres señales de que podrías ser adicto a los estados alterados
1.      Si es capaz de tomar ayahuasca o alterar tu estado de conciencia regularmente pero persistes en conductas no saludables cuando regresas de los estados alterados que disfrutas
Muchas de las personas que toma ayahuasca o alteran sus estados de conciencia regularmente son, por ejemplo, adictos a la marihuana y carecen de una motivación saludable a trabajar en algo que contribuya prácticamente al bienestar de la humanidad. De hecho, durante estos años he sido testigo de serias adicciones a la marihuana entre los líderes de muchas comunidades medicinales. Una cosa es disfrutar un sagrado hit de vez en cuando, pero otra es cuando se vuelve una forma de vida regular. Cualquier estilo de vida que necesite estar “arriba” con regularidad, podría no estar integrado con la dimensión lunar, terrenal de nuestro cuerpo. Después de todo, ¿cómo podemos integrar si nunca bajamos antes de volver a subir?
 En segundo lugar, he observado en mí mismo y en muchos chamanes o participantes regulares de ceremonias chamánicas, la habilidad, adquirida con el tiempo y la práctica, de trascender los aspectos purgativos de la medicina a pesar de mantener una dieta nada saludable, consumir alcohol regularmente y mantener otras conductas perjudiciales. Cuando recién empecé a tomar la medicina, mis acciones se correlacionaban directamente con la cantidad de purga que enfrentaba durante las sesiones. Con el tiempo, este balance corporal se desvanece en los consumidores regulares de medicina, sugiriendo que quizás el cuerpo se está volviendo inmune a los aspectos “medicinales” de la “medicina”. El cuerpo puede aprender como subir y subir, trascendiendo la realidad de la enfermedad presente abajo, en el ego y el cuerpo (¡que es de lo que se supone que trata la medicina justamente!)
2.      Si disfrutas vivir en comunidades medicinales o de estados alterados o participar constantemente, pero no eres capaz de relacionarte bien con los demás fuera de ellas
He presenciado una enormemente ingenua cualidad en mí mismo que ha venido a mi atención recientemente, durante los últimos años, y honestamente, he notado la misma cualidad en muchas de las comunidades medicinales/de estados alterados. Hay un “nosotros” versus el mundo “no iluninado” o “inconciente” que está mentalmente “allá afuera”. Esta mentalidad escorpio/acuariana de grupo/culto, en el peor de los casos, puede ser similar a una mafia new age. Los crímenes son organizados, actos psíquicos contra la humanidad y el status quo. Algunas veces hacemos la escandalosa suposición de que el estado de cosas afuera y por encima el mundo terrenal es esencialmente “mejor que” lo que está sucediendo precisamente aquí en la Tierra. Podemos creer que confiar en la suerte o en el estado actual del mundo material es pereza, pero no nos detenemos a considerar seriamente la idea de que podríamos ser adictos a las visiones solares de lo alto.                                                                             
3.                 Si vienes de un pasado herido, no puedes completar los procesos, tus visiones a menudo se desmaterializan, y estás luchando por sobrevivir haciendo algo que ames hacer.
Esta última es difícil ya que es algo con lo que yo mismo he luchado muy profundamente. Luego de asesorar a muchos clientes en el pasado a través de la astrología, he llegado a aprender que el desbalance solar new age, a menudo se manifiesta en personas que tienen ideas maravillosas, creatividad artística y temas ambiciosos para proponer, pero que carecen del conocimiento práctico de cómo hacer para construir resultados sostenibles en el tiempo. Los resultados requieren trabajo duro. Requieren que nos ensuciemos las manos y a menudo también requieren sacrificios corporales. He encontrado una ética de trabajo bastante débil   tanto en mí mismo como en las comunidades new age. Si vamos de una visión o de un trip a otro y nunca bajamos a arar el suelo y ganar perspectiva de la tierra, el ego y la dualidad, entonces nada de lo que hagamos echará raíces. Admito que hay un valor en la libertad del espíritu sagitariano de revelaciones psicodélicas, elevadas aspiraciones, filosofante,  tamborilero y danzarín, pero también hay un karma marcadamente predecible alrededor de este optimismo juvenil y festivalero. Mientras uno va envejeciendo Saturno aparece, hay una cierta amargura que se va acumulando en las fronteras de nuestra personalidad, como las conchas en los peñascos y los muelles. El dogma[3], irónicamente se convierte en hipocresías materialistas y desencantamiento, o aún peor, desmembramiento de la personalidad, el acto de la Luna sucede mientras la realidad del ego se asienta. No siempre, pero a menudo, hay algo altamente patológico acerca de las personas que buscan libertad infinita y estonuras destructoras del ego.        
Reevaluando lo Solar
 He sido bastante duro con lo solar en este artículo a riesgo de sonar demasiado santurrón. Mi propósito no es condenar los estados alterados, la ayahuasca o el new age. Sigo participando semi-regularmente en ceremonias medicinales y creo que los estados solares/alterados pueden ser inmensamente valiosos para nuestro desarrollo. El propósito de este artículo ha sido meramente mencionar lo que siento que es un dogmatismo/solar irónico e inconsciente en el movimiento new age.
Necesitamos liberarnos de la idea de que la evolución es solo movernos por encima de la dualidad. Necesitamos liberarnos de la idea de que lo que es mortal es maligno. Necesitamos liberarnos de la idea de que lo es que está abajo no es necesario y necesitamos cultivar un imaginario más integrado de nosotros mismos en el universo.
Para mí, la mejor filosofía solar y/o los mejores estados alterados, no solo nos liberan de nuestro ego sino que simultáneamente reviven nuestra necesidad de una participación saludable del ego en el cosmos.
El ciclo de Venus concluido
 Después de ocho años, luego de doscientos cincuenta viajes psicodélicos, mientras Venus en su ciclo de ocho años ha dibujado una nueva flor de loto en el cielo, eclipsando al Sol dos veces durante este ciclo por primera vez en cien años, he aprendido estas mismas lecciones en mi propia vida.
Actualmente estoy aprendiendo a dejar ir mi dependencia a los intensos estados solares de conciencia o motivación. Comparto todo esto con emoción pero soy consciente de que este “desbalance” generalmente en el “new age” podría no ser tan pronunciado como yo lo veo o experimento. Podría estar proyectando tremendamente mi propia personalidad. Al mismo tiempo sé que este mensaje llegará a quienes puedan necesitarlo.
Ofrezco mi gratitud al planeta Venus por la consumación de su reciente ciclo histórico especial, este 2012. Para los mayas, el ciclo de Venus era representativo de la unión entre los mundos superior e inferior.




[1] Movimiento retrógrado es el movimiento opuesto al directo, y se define como:
§  La rotación de un cuerpo en sentido horario, visto desde encima del polo Norte solar.
§  El movimiento de un cuerpo en su órbita , en sentido horario, visto desde encima del polo Norte solar.
§  El movimiento de Este a Oeste de un astro en la esfera celeste, visto mirando hacia el Sur.

[2] through doing every possible thing imaginable that the ego/lower self could desire to do that is based in separateness
[3] La búsqueda vehemente de lo solar

domingo, 23 de septiembre de 2012

Mi primer viaje en ayahuasca



Oscar estaba decidido, cosas de él, no es importante hablar mucho de eso, pero sí recalcar este hecho como el punto de inicio de este post.

Oscar estaba decido y la vida respondió, conoció a alguien en su trabajo que le dijo que tomaba ayahuasca regularmente en Lima, con un grupo de amigos.

Yo estaba feliz, más bien en paz, vivía una de esas épocas en las que todo parece auspicioso. Estaba enamorado, mis ingresos aumentaban, los planes se cumplían. La marihuana me había dado sus últimas lecciones y tenía varios meses lúcido. Era como despertar de un sueño, no un mal sueño, solo un sueño. Eso es, creo, lo que más ocupaba mi atención en ésa época, lo poco extraordinario que era estar estón todo el tiempo durante tanto tiempo, casi un año desde la última vez que había dejado de fumar. Estaba soñoliento. Todavía no estaba demasiado dispuesto a bajar de la cama de humo desde donde me había acomodado a ver a los demás corriendo de un lado para otro, acumulando cosas sin hacer caso a la muerte que les gritaba que se dejaran de cojudeces, que no podía advertirles para siempre, que en cualquier momento se iba a cansar de que no le hicieran caso y los iba a despertar a la fuerza. Se iba a cansar y les iba a restregar su necedad en la cara, como se hace con las mascotas que orinan donde no deben. Este era mi sueño, del que recién estaba despertando. Justamente -y como siempre-, fue el sueño mismo el que me daba las pistas para despertar, cansado de que yo, su creador,  estuviera ahí, soñándolo siempre de la misma forma sin cambiarlo.  ¿No estaba la muerte detrás de mí también? Aunque mis motivaciones fueran otras ¿Motivaciones? ¿Qué motivaciones? Con esta pregunta empieza esta parte del viaje, la que voy a narrar a continuación. Era obvio que tenía que despertar, pero luego de tanto tiempo era difícil saber si estaba despertando o si seguía soñando. 

Un libro llegó a mí, era la pista que faltaba "la única forma de saber que estás creciendo es medir tu capacidad de transformar las cosas a tú alrededor, imaginar algo y luego traerlo a la realidad es la única forma de conocer que tan libre se es realmente". Un amigo reapareció y fuimos armando un plan, una mujer me enamoró y tuve una compañera de viaje. 

Había tenido que declinar ya varias invitaciones de Oscar a tomar ayahuasca, o por falta de dinero o por falta de tiempo, hasta que finalmente todo encajó.

Llegó el día, tenía miedo. Tenía varios años ya interesado en mi propia mente, el construccionismo social me había dado nuevas perspectivas para analizar mi relación con el mundo así que estaba muy consciente de que mi vida de "buscador" no era nada más que la historia de como me las había arreglado para no "ver" -y por lo tanto cambiar- las partes más profundas de mi propia personalidad. Según todo lo que había leído, el ayahuasca tenía como función mostrar el material inconsciente del cerebro y traducirlo en forma de visiones.


   
El viaje empezó con una sensación bastante parecida a la de haber fumado demasiada hierba. Mucho relajo muscular, ganas de bostezar... Luego los pensamientos se hacen lentos, es como si se fueran quedando atrás mientras uno se aleja de ellos, se escuchan débiles a la distancia "empezó" me dije mientras tomaba posición preparándome para la batalla. Respiré profundo, de pronto, la primera visión, tan sagrada, tan bella que no la pude resistir. Mi mente volvió para analizar, buscar causas con sus "qué es eso". Abrí lo ojos, la visión desapareció, nada había cambiado, seguía en una sala entre muchos otros. Susan se veía tranquila entre la oscuridad. Recordé la advertencia de Oscar, días antes "La sesión se trata de ti, no te distraigas". Cerré lo ojos y me di ánimos para no distraerme más, la sensación era intensa. Empezó el canto de la maestra y me subí en él, tan alto que pude ver el universo entero, bailando abajo de mí, dentro de mí, alrededor de mí. Comprendí tantas cosas solo con eso que no podría explicarlo jamás sin terminarles mintiendo a uds. y a mí mismo. Porque en ese momento tuve la pulsión inmediata de salir a contarle a todo el mundo la verdad de mi visión, a decirles que no tenían de que preocuparse, que pararan, que vieran, que su mundo es un punto de vista que ellos no han elegido, tantas cosas quise decir en ese instante, tanto los quise... Pero era un truco, era mi mente, mi personalidad tratando de "salvar al mundo" de no estar solo, hablaba y hablaba. Abrí los ojos, alguien estaba llorando y empecé a sentir miedo, no pude relacionarlo a nada, no había visto "mis demonios interiores" ni nada parecido. Pero la sensación era inconfundible, era miedo, miedo irracional, miedo en estado puro, energía. Seguí con los ojos abiertos, alguien había empezado a llorar de nuevo, algo andaba mal. Vi de nuevo a esa sala oscura y me di cuenta de que más allá del círculo de gente había algo tratando de entrar, las cosas cambiaban de forma con rapidez. Ya había pasado por algo así antes, cuando niño no podía dormir porque todo parecía amenazante. Una casaca colgada en una silla se transformaba en un perro rabioso, una sombra en un hombre con sombrero de copa que me miraba mientras dormía. El llanto se hacía más fuerte, de pronto atrás de mí, en el comedor de la casa, una guitarra se cayó. La maestra y los demás llevaban ya buen rato sin cantar. De pronto fue claro para mí que todos se habían puesto en alerta ante algo. Yo seguía sintiendo miedo hasta que alguien del grupo se puso de pie y se acercó a la chica que lloraba, el canto de todos empezó con una fuerza increíble, parpadié por un instante y la persona que se había parado a cambiar de lugar a la chica que lloraba, para acercarla a los maestros, tenía alas "no", me dije, mire otra vez y estaba vestido de luz, con una armadura. No sé bien, si con los ojos cerrados o abiertos, miré a uno de los asistentes de la maestra, luego supe que era su hijo, que en ese momento se había transformado en un sapo con ojos dorados, su canto me infundió valor. 

No conozco el título de la pintura pero la autora es Casilda Pinche Sánchez
"¡Silencio!" - me ordené - "trabaja". En ese momento comprendí, vi, supe. No eran los "ojos" del ayahuasca los que me hacían ver esa figuras amenazantes, era yo, era yo cuando niño con esa imaginación incontrolada que no me dejaba dormir. El miedo, era lo que me mantenía atado a tantas cosas. Las vi. ¡Sentí! Estaba en mi cabeza, en la parte de atrás de mi nuca, una masa negra serpenteando. ¡Basta, no más! Entonces empecé a vomitar, a vomitarlo todo, a vomitar el miedo, la flojera, la relación insidiosa que había fabricado con la marihuana. Vomité mis excusas, mis complacencias, mis dudas, mis inseguridades. Pero esa cosa ofrecía resistencia, así que la tomé con la mano que ahora estaba cubierta de fuego dorado. El canto era cada vez más poderoso, yo también. "¡No más!" me arrancaba todo de encima, de la cabeza de entre el pelo, en un último intento, noté como mi mente me provocó a ver lo que estaba dentro del balde al que estaba arrojándolo todo. Cedí y vi el infierno mismo, pero era tarde para el miedo, me alegré, estaba arrancando el infierno de mis adentros y no me iba a distraer. Seguía sacando cosas con mi mano y las veía escurrir como un líquido negro entre mis dedos, directo al infierno: Al balde. Luego de eso, tuve otras visiones, me perdoné muchas cosas, comprendí otras, comprendí algo más de la naturaleza del miedo, aunque para eso faltaba una prueba más. ¡Temblor! Inmediatamente tomé la mano de Susan, "¿Dónde está la salida? No, espera. Estás lúcido, no te dejes engañar otra vez"[1] 

El que antes había ayudado a la chica que lloraba gritó de algún lugar que no pude distinguir "tranquilos todos, está pasando" Así fue, todo pasó, volvimos a nuestras posiciones mientras descargábamos la tensión con algunas risas y comentarios que seguro ya nadie recuerda. Entonces comprendí la naturaleza de mi miedo. Entendí al miedo como una forma de energía, que lo que hace es sobre cargar la capacidad de la mente de crear ilusiones. Visto desde ese punto de vista, el miedo no era más que un distractor, incapaz de hacer daño, solo de gastar cantidades ingentes de energía mental. Un creador de ilusiones que ni siquiera tiene conciencia de sí mismo, como una máquina, un programa mental antiguo, parte de una versión antigua de mi mismo; creado en su momento para facilitar la supervivencia pero que, salido de control me retenía atado a mí mismo. El gran distractor, así descubierto se presentó. Tenía la forma de un personaje de Samurai Jack, un guerrero que no tenía ningún poder ensimismo solo sabía imitar las técnicas de los demás sin poder usarlas realmente, ya que por dentro era solo un esperpento informe. 

"Como de su sombra, Jack no podía escapar de su destino"
No era la primera vez que lo veía, ya antes lo había soñado. Todo encajó, lo vi a la cara hasta que volvió a ocultarse detrás de mi nuca; desde ahí observé como todo mi mundo era una interpretación suya, que yo solo tenía acceso a una pequeña parte y que gracias a esa pequeña luz había podido llegar hasta donde había llegado. Me perdoné, no estaba estancado, no había fracasado, no le había fallado a nadie, seguir esa pequeña luz, ese pedacito de verdad, como Alicia hizo con el conejo blanco, me había traído al País de las Maravillas. Seguir el conejo blanco es lo que había hecho toda mi vida con vehemencia, una vida llevada de esa manera no era un error. Luego de eso, tuve una larga sesión de autoperdón, de risas, de conciliaciones. Me reía de mi mismo y mi personalidad. Silencio, perdón, fe, valentía, paz. Nada más alejado a la idea con la había empezado la sesión: Una batalla.  

Así fue mi primera sesión. Por supuesto que hubo más, pero son cosas personales que no sería conveniente para nadie saber. ¿Por qué? Porque si hay algo que les puede hacer perder el tiempo en una sesión de ayahuasca, son las expectativas de que las cosas vayan a ser de una u otra manera. El viaje es lo que es. Lo único que hay que hacer es respirar y poner atención, todo lo demás sobra, son distracciones, formas de escapar al único problema real que tenemos: el hecho de que existimos. Ese día me atreví a afrontar este problema. Darle cara al presente aquí, ahora es todo lo que hay por hacer. Aunque suene al más trillado misticismo, de nuevo, les pido, por favor, no me crean nada experimenten uds mismos, en el post anterior coloqué un ejercicio que trata de esto. El viaje en ayahuasca no empieza cuando la dimetiltriptamina llega al sistema nervioso. No, el viaje empieza cuando el efecto pasa y toca a cada uno ser consecuente con sus visiones y certezas. El viaje empieza ahora, a cada instante, está empezando una y otra vez. "Allá" uno solo puede empezar a despertar, el despertar es ahora. Y bueno, claro, en eso estamos todos... ¿sí o no, melcocha?


gracias!




[1] Esta parte de la narración debe tomarse con cuidado. Aunque cuento esto como si hubieran sido pensamientos racionales, encadenados uno tras otro, no fue así como se presentaron en mi mente, en realidad todas estas “intuiciones” se presentaron, al mismo tiempo, incluso recordé una pasaje del libro “La Danza de la Realidad” de Jodorowsky cuando toma LSD con un supuesto gurú, este le recrimina que no gana nada tomando una droga que su conciencia no se ha expandido, que en este estado, luego de haber ingerido el ácido, no es capaz de resolver problemas cotidianos. En ese momento sonó el teléfono, un miembro de la producción de la película que estaba filmando en esa época le llamaba para pedirle un número de teléfono y una dirección, Jodorowsky contestó y dio los datos sin problemas. 

Esto es lo que sucede con los sicodélicos, me parece. Para mí no son drogas, estar en estos estados es todo lo contrario a estar drogado, por el contrario, son estados de extraordinaria cordura.

martes, 11 de septiembre de 2012

DECLARACIÓN ZEN - Christopher Hyatt


Concéntrate

Debes abandonar lo más valioso para ti.
Debes abandonar lo que amas tanto,
a lo que te aferras.
Debes dejarlo ir.
Debes dejarlo ir.

Debes ver que estás asustado,
que algo está EN JUEGO todo el tiempo -
hasta en tus sueños - algo está en juego
TODO EL TIEMPO.

Todo lo que te impacta,
te perturba, te molesta, puede ser tu amigo.
Todo lo que te permite dormir,
ser complaciente,
te limita.

Para estar de acuerdo con tu
VERDADERO POTENCIAL
debes estar en discordancia contigo mismo.
ESTÁS EN JUEGO TODO EL TIEMPO
Y BUSCAS LA COMIDA QUE TE ALIMENTA.
Todo lo que demora tu fin te alimenta.
Digieres esta dieta sobrecargada de GRASA.
Eres glotón, insaciable,
y necesitas GRASA constante mantenerte andando.
Usas más energía y poder manteniendo
LA ILUSIÓN
de tu insaciable sueño que Viviendo.
Vas a CANCHEREAR hasta en la puerta de la muerte.

Pero para conocer al que no muere,
tú, el canchero, debes morir.
Debes hacer dieta y
MORIR de hambre.

Debes dejar de encontrarte en la miseria,
en el orgullo craneal
y en la estupidez histórica.
Debes dejar de ufanarte
como una VACA gorda.

Debes dejar de agachar la cabeza ante tus errores.
Debes detener tu idolatría.
Debes entregar tu miseria.
Debes dejar de mostrarte sorprendido
cuando algo te pasa
porque es lo mismo de siempre.
Debes dejar de reaccionar ante todo
como SIEMPRE lo hiciste.
Debes dejar de probar tu historia.
Debes dejar de proyectar el pasado
en presente y en el futuro.
Debes dejar de defender tu estupidez,
TU DORMIR.
Debes dejar de defender
TU MISERIA.

TIENES QUE DESPERTAR.
Todas las personas y todas las cosas son comida para ti.
Cómo la gente te trata (bien/mal) es comida para ti.
Tu oposición/conformidad, todo es comida para ti.
Tu acuerdo/desacuerdo, todo es comida para vos.

Revocas opiniones sobre esto y aquello,
escupes autoridades para apoyarte,
todo es comida para ti.
Estás rodeado de amigos o solo,
todo es comida para ti.

Algo está SIEMPRE en juego.
ALGO ESTÁ SIEMPRE EN RIESGO.

te panudeas por ahí
orgulloso de la miseria
que te causaste a ti mismo.

Harías lo que sea para preservar la miseria.
Vas a pelear,
vas a burlarte,
vas a acusar,
vas a culpar,
vas a robar,
vas a esconderte
¡todo para preservar el miedo!

Siempre hay algo en juego.
ESE ALGO ERES TÚ.

Y CUANDO LO TENGAS TODO, ¿DESPUÉS QUÉ?
¿Por qué estás tan hambriento?
¿Conoces a la muerte?
¿O solo tienes vistazos de ella?
Actúas como si fueras inmune a ella,
como si pasara alrededor de ti
pero no a ti.
Ni siquiera la muerte puede sacarte
de tu frenesí alimenticio.

¿Qué comida viene ahora?
porque la miseria es comida,
y puedes encontrar mucha miseria.
Nunca te va a faltar.

Nunca aprendes
porque la MISERIA es comida.
Repites el mismo error,
la misma miseria,
una y otra vez.
Y lo peor de todo
es que lo haces con orgullo.
Con tus aires de superioridad,
CON UNA SENSACIÓN DE NOVEDAD
con una sensación de elección.
Aun así, es el mismo error.

Ni siquiera te atreves a  encontrar un NUEVO ERROR,
UNA NUEVA MISERIA
porque eso podría despertarte de tu
frenesí alimenticio.

Silencio


TÉCNICA
Cuando hables con otros, percatate de tus frases muertas, tus respuestas estilizadas que siguen los mismos patrones. Son indicaciones de que estás profundamente dormido. Tienes algo en juego cada vez que repites estas frases y comentarios habituales.
Encuentra estas respuestas robóticas que tanto amas. Obsérvalas, y después:
DETENTE
DETENTE
DETENTE
DETENTE




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Tomado del libro Undoing yourself de Christopher Hyatt