Importante

miércoles, 26 de marzo de 2014

Psiconauta



¡Nos mudamos!

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miércoles, 26 de febrero de 2014

Adicción al orgasmo

La mayoría de mis clientes, sea por uno u otro motivo, tiene grandes preguntas acerca de porque sus relaciones no han durado, porque su relación actual se están hundiendo, o sobre lo que necesitan cambiar en ellos mismos para “estar preparados” para encontrar a su alma gemela. Aunque no hay dos cartas astrales ni dos personas que se parezcan, si tuviera que señalar con el dedo a algún culpable destructor de relaciones, me sentiría confiado de culpar a lo que he llamado “adicción al orgasmo”.
El lugar donde se puede detectar la adicción al orgasmo en la carta natal (aunque creo que este problema es universal) tiene que ver con los contactos que hacen Marte con la primera casa de Aries y Neptuno con la duodécima casa de Piscis.
Antes de sumergirnos en estas controvertidas aguas, me gustaría señalar algunos puntos. Primero, no hay nada inherentemente malo con tener orgasmos. Segundo, hay una diferencia entre la represión/supresión de nuestro deseo sexual natural y el aprender a preservarse de los orgasmos mediante la práctica de la sexualidad sagrada. Tercero, no todos tienen problemas con los orgasmos en sus relaciones (aunque creo que la mayoría los tiene), así que las ideas que propondré en este ensayo deben ser consideradas cuidadosamente si es que van a ser confrontadas con la realidad de nuestras propias relaciones.
La naturaleza de la primera casa, Aries y Marte
En la primera casa, el signo de Aries, y el planeta Marte se relacionan con el nivel más primitivo de nuestra existencia. Aries apunta al primer momento del nacimiento, la llama más pura de nuestra fuerza vital y el big bang de la creación. A nivel fisiológico, este trío se refiere a nuestra vitalidad: nuestro sentido de salud individual y fuerza. A nivel psicológico, se refieren a nuestro sentido de independencia, nuestro coraje, fuerza de voluntad y nuestro más primitivo ímpetu sexual.
El trío de la primera casa, Aries y Marte, está íntimamente relacionado al romance, las relaciones de pareja y la sexualidad. Sin estas energías no tendríamos acceso al poder y al impulso de tener contacto íntimo con otro ser humano. No tendríamos “química” ni habría esa “chispa”. No tendríamos el deseo de crear algo nuevo en nuestras vidas. Sin esta saludable fuerza vital, literalmente caeríamos enfermos. Sin esto en nuestras relaciones perdemos nuestra “chispa” o la novedad de nuestra conexión. En suma, si queremos candentes vidas amorosas, necesitamos asegurarnos de cuidar bien estas energías.
La naturaleza de la duodécima casa, Piscis y Neptuno
La duodécima casa, el signo de Piscis y el planeta Neptuno se relacionan con el sueño más elevado del Zodiaco: la manifestación de nuestros ideales y la obtención de la perfección. Piscis señala la manifestación del cielo en la Tierra: el lugar donde lo singular, el reino del espíritu (los peces subiendo y bajando del signo de Piscis) se integra completamente con el mundo material de la dualidad. La realidad de alcanzar la perfección se ha reservado tradicionalmente para avatares, santos, ascetas, gurús y místicos.
En la historia del zodiaco, comienza con Marte y el impulso creativo, luego el impulso creativo se cree que termina o se completa a sí mismo, con la obtención de la iluminación o la perfección. En principio, sin las energías de la duodécima casa, Piscis y Neptuno, no tendríamos ninguna razón o llamada para crear. Incluso si el cielo o la iluminación nunca son obtenidos realmente; incluso si no hay una posibilidad “real” de lograrla, necesitamos visiones e ideales (Neptuno) a las cuales aspirar con nuestra fuerza vital creativa (Marte). En el romance, necesitamos el ideal de la unión perfecta y el “y vivieron felices para siempre” para impulsarnos hacia un(a) nuevo(a) compañero(a), una nueva historia de amor y un nuevo intento de lograr el estado ideal de felicidad romántica.
La naturaleza del ciclo de adicción al orgasmo
En el inicio de nuestras relaciones, inspirados por la visión de la unión perfecta (Neptuno) o el estado ideal de felicidad romántica (Neptuno), nos abalanzamos (Marte) apasionadamente el uno hacia el otro (Marte). El resultado, al principio, es lo que llamamos el periodo de “luna de miel”. La conquista y los ideales se mezclan inmediatamente y hay grandes cantidades de dosis de novedad y felicidad. Si este fuera el final de la historia estaríamos extáticos y enamorados y no vería a tantos clientes que con vidas amorosas tan dolorosas. Desafortunadamente, esta “Luna de miel” termina relativamente rápido (para algunos dura más que para otros), la tensión aumenta, la pasión se desvanece y empezamos a angustiarnos. Nos  preguntamos “¿Qué pasó?” “¡Las cosas estaban yendo tan bien!” “¿Por qué siempre me pasa esto? “Debo tener un mal Karma”
Una antigua respuesta mística –que casi siempre pasa desapercibida- sugiere que es nuestro apego a los orgasmos que aparecen durante el coito lo que nos mantiene enamorándonos y desenamorándonos de nuevas parejas.  
Cuando tenemos un orgasmo estamos vaciando nuestra fuerza vital. A través de la eyaculación y las pesadas descargar energéticas del orgasmos perdemos fuerza vital. La razón por la que perdemos fuerza vital es bastante simple: la explosión está diseñada para crear una nueva forma de vida. Especialmente para los hombres los orgasmos habituales pueden ser increíblemente perjudiciales para las glándulas adrenales y los riñones. En el arte de la medicina china y la acupuntura, los hombres son estimulados a tener orgasmos es ciertos intervalos de tiempo para no drenar la fuerza vital demasiado seguido, ya que se cree que esto genera estrés y enfermedades en el cuerpo. Después de un orgasmo hay un tiempo que se necesita para que el cuerpo recupere su “carga” sexual. Muy a menudo, no nos tomamos el tiempo ni nos damos el espacio para sanar y reconstruir nuestra energía sexual. Al comienzo de nuestras relaciones, la novedad de la dinámica nos ayuda a recupera nuestra carga sexual con más rapidez. Sin embargo, mientras en tiempo pasa y se instala la familiaridad, los resultados negativos de la dependencia al orgasmo, aparecen.
Los signos de la orgasmo dependencia
El primer signo de la orgasmo dependencia es la extrema irritación o el ser demasiado pegajoso. Cuando nuestra fuerza vital es drenada repetidamente, sin un  tiempo de recuperación y la sin inclusión de una conducta vinculante prolongada a lo largo del coito, nos inquietamos. Podemos proyectar esta inquietud en nuestra pareja o podemos internalizarla. Al proyectarla, podemos ver solamente las cualidades más irritantes en nuestras parejas. De ser alguna vez idílicos y perfectos, ahora son menos atractivos e incluso enervantes.
Esto crea el típico escenario de cansancio post-sexual: los hombres parecen distantes, irritados, y dejan de estar atraídos mientras que las mujeres parecen pegajosas, inseguras y posesivas. Aunque las manifestaciones son muy diferentes, ambas son síntomas ambas son síntomas del agotamiento de la energía sexual en cada compañero(a). A menudo esta dinámica lleva a peleas intensas, que a su vez enciende las pasiones otra vez y permiten otra sesión de sexo vigoroso. Sin embargo, luego de un tiempo, esta compulsiva dinámica sexual lleva al punto en que la relación necesita algo nuevo (pronografía, libertad para salir con otras personas, etc) y si esto no funciona, empiezan las sacadas de vuelta y la relación simplemente termina.
La razón por la que “algo nuevo” se vuelve necesario es que “algo nuevo” es lo que enciende nuevamente el ímpetu por la conquista (Marte) hacia la fusión perfecta (Neptuno). El problema con todo esto es simple. Estas conductas destructivas en las relaciones demuestran una adicción al impulso marciano/neptuniano en vez de una fusión constructiva de sus funciones arquetípicas hacia fines saludables.
En nuestras relaciones, la adicción al orgasmo puede ser el principio del fin. Cuando nos quedamos fijados en el éxtasis momentáneo del orgasmo en vez de en la circulación de afecto, contacto, aliento e intimidad, podemos objetivar al otro rápidamente. En vez de construir intimidad entre dos personas, nos usamos los unos a los otros para manifestar los ideales de nuestro ego y después, rápidamente nos desencantamos cuando nos damos cuenta de que realmente no conocemos ni amamos a la otra persona y que no hemos logrado nada. ¡Tal es la naturaleza del ego que no sabe como servir al ser superior!
La sexualidad sagrada tradicional nos alienta a la intimidad real en vez de solo precipitarnos apurados al orgasmo. Las parejas son alentadas a poner mayor énfasis en la circulación, el compartir y lenta/juguetonamente explorar el cuerpo, la mente y el espíritu del otro durante la relación sexual. En este tipo de lovemaking, el énfasis está dirigido a vincular y no apurarse al orgasmo (y en consecuencia el agotamiento de nuestra carga sexual). Los orgasmos deben presentarse esporádicamente, si es que se dan en absoluto. Algunos incluso dicen que si no planeas crear vida, entonces no debes tener orgasmos. Esta es quizás una filosofía sexual más conservadora. Recientemente, se han escritos más libros que sugieren que nuestra fijación por los orgasmos puede ser tan adictiva y potencialmente tan perjudicial para la salud como la nicotina y el alcoholismo. Cuando las parejas inician relaciones sexuales sin orgasmos por periodos largos de tiempo, y luego desacoplándose lentamente, la intimidad se profundiza en vez de quedar con los cuerpos vacíos. Practicar el sexo sin orgasmo regularmente es parte de una actividad sexual más elevada, con niveles de intimidad más sutiles y profundos, biortimos más fluidos y sobre todo, reducción del estrés.
La naturaleza del contacto Marte/Neptuno
Desde el punto de vista astrológico, si queremos alcanzar nuestros sueños (Neptuno) necesitamos asegurarnos de que nuestra energía creativa (Marte) está siendo circulada y cuidada en vez de ser gastada habitualmente. A Aries, a menudo le falta el vigor o la paciencia para crear resultados duraderos si queremos alcanzar nuestros más elevados ideales (Neptuno) en compañía y enamorados, entonces necesitamos aprender como mantener nuestra energía creativa (Marte) viva y saludable. Es interesante, los contactos Marte/Neptuno se refieren tradicionalmente a la sexualidad sagrada junto con el impulso de perderse uno mismo por completo. Los contactos Marte/Neptuno en la carta astral se pueden referir a las artes marciales, la danza y el tai chi, tanto como se pueden leer como adicción al sexo y a las drogas.
La naturaleza de Marte/Neptuno es la del esfuerzo del primer y el último signo por entenderse. ¿Cómo usamos nuestra más básica y emotiva creatividad primordial (nuestro impulso sexual marciano) para lograr que nuestros más grandes y duraderos sueños se hagan realidad? La respuesta: ¡a través de la circulación de nuestra energía creativa, lenta y pacientemente construimos resultados se acerquen cada vez más cerca a nuestros sueños!

lunes, 9 de septiembre de 2013

Evolucionando la Visión: El discurso del Templo Jedi.

Este post el la traducción de un discurso de la popular Tea Feary que ya es famoso en internet. Aquí tienen la versión original. Se trata de un llamado a la acción. Tenemos a nuestra disposición herramientas que nunca antes habíamos tenido y que han probado tener un enorme potencial para acelerar nuestra evolución personal y colectiva. Posteo esto porque como toda tecnología poderosa, puede ser usada para hacer mucho bien o mucho mal. Creo que los psicodélicos pueden ser tan provechosos y tan riesgosos como la energía atómica y este discurso aborda este tema de una manera inspiradora que disfruté mucho. Qué la fuerza nos acompañe.
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Acabo de regresar dar una charla en Perú, en la 6ta Conferencia Anual de Chamanismo. El tema fue “Gracia y Locura”. Mi presentación fue un poco como lo que viene a continuación. Imagina que te leo esto en un exuberante paraíso tropical. Puedes escuchar a las cigarras zumbando en una extraña especie de ritmo mientras un mono ardilla pasa rozando tus pies. Y al fondo, luciérnagas…
Foto Estación Kapitari
Cuando fui invitada a hablar aquí en la Amazonía, me asusté un poco. Vi a los otros ponentes –todos estos líderes legendarios en el campo que han dedicado sus vidas, al ayahuasca, el chamanismo, la neurología, la etnobotánica, la química o el arte- y pensé ¿Qué puedo aportar? Yo solo soy el Hada del Té[1]. Escribo una impertinente columna para una página web de información sobre psicodélicos[2] frecuentada  sobre todo por aficionados experimentalistas[3].
La ayahuasca es un misterio sagrado, y soy profundamente ignorante al respecto. La he tomado menos de una docena de veces. He leído algunos libros, varios artículos y muchos reportes de viaje[4]. He dado vueltas por algunos foros. Pero tengo que más preguntas que respuestas sobre la ayahuasca. Sé que me ha cambiado la vida, quizás me haya salvado la vida; me ha curado, me ayudó a desanudar algunos patrones enfermizos de conducta; ha abierto mi cuerpo y mi mente, mi corazón y mi alma. Sé que funciona[5]. Es una medicina mágica y viviente.
Y mi gente está muy enferma ¿saben?  El planeta entero está muy enfermo. Así que pensé: aquí hay una oportunidad para alguien de mi demografía particular hable con los chamanes del Amazonas y los líderes movilizadores, con las personas que trabajan con esto, y tratar de dilucidar como podemos relacionarnos de la mejor manera con este misterio y entre nosotros.
Realmente no represento a nadie, pero me identifico con un vasto y creciente segmento de la cultura psicodélica. Nacidos cuando los 60’s e incluso los 70’s ya eran historia nos hemos criado empapados de esta cultura. Tenemos vidas virtuales y aun así nuestra cultura es arcaica: es neo tribal; hippies, ravers[6] y burners[7] ¡Dios! Los chicos de los festivales, la cultura del éxtasis  y el baile, los buscadores espirituales que mochilean por el mundo y personas regulares cuyas vidas han sido tocadas por los psicodélicos. No tenemos mucha tradición que aprovechar, así que a menudo estamos solo arreglándonos como podemos. Somos todos irresponsables quizás (definitivamente, algunas veces lo somos), pero somos valientes también y estamos llegando. Estamos siendo llamados por esta cosa. Realmente creo que estamos siendo llamados.
Y de repente, estamos enterándonos acerca de la ayahuasca. Es como si facebook lo estuviera acelerando o algo así. No es sorprendente que las personas estén interesadas en ella. Lo que es sorprendente es cuanto tardaron las noticias en llegar a una masa crítica. Ahora parece que a cada fiesta que voy, la gente está hablando acerca de la ayahuasca. Todos quieren intentarlo,  los “bacanes” la prueban y si no has sentido el viento acá en Iquitos, pronto lo harás.
No conozco la mejor manera de proceder. Quiero decir ¿Quieren que ellos vengan acá? ¿Pueden los curanderos legítimos manejar esa cantidad de personas? ¿O se va a empeorar el problema provisionando  incluso más incentivos para los oportunistas que quieren ponerse un hueso en la nariz y mandar a sus sobrinos al aeropuerto con tarjetas de negocio publicitándose como chamanes? Estos tipos pueden hacer cientos de dólares de una sola vez. Es grandioso para la economía, es terrible para la economía, está ayudando a las personas, es… complicado ¿verdad? Así que vamos más allá y tomemos ayahuasca en un contexto indígena. Porque sabemos que eso es totalmente legítimo, pero cuantos más turistas se adentran en las comunidades, más entran en contacto estas últimas con las armas, las biblias, el alcohol, las ETS’s, etc[8]. Y aunque que nada detendrá la marcha del progreso, yo no quiero ser parte del problema.
Otra opción, si alguien oye este llamado, podría ser encontrar un chamán local o visitar algunas de las religiones establecidas como las del Santo Daime o la Uniao do Vegetal. O podemos preparar una tanda del brebaje. Incontables negocios venden productos etnobotánicos hoy en día y hay una miríada de posibilidades análogas. Todo tiene DMT, está el acacia-huasca y la mimosa-huasca y la Phalaris-huasca…
Nunca he probado estos análogos así no hay mucho que pueda decir sobre ellos. He escuchando críticas variadas. Tal vez sean realmente diferentes, con espíritus diferentes y propiedades diferentes. Para seguir el hilo de mi argumentación vamos a decir que no son para nada lo mismo. Aun así estoy dispuesta a apostar que la sabiduría que rodea al cómo lidiar con esto apropiadamente es, en sentido amplio, la misma.
Hablar sobre las plantas no es suficiente. También tenemos que hablar CON ellas y escuchar lo que tienen que decir. Y la última vez que pude hablar con mamá ayahuasca fue en una ceremonia en Canadá hace un par de meses. Le pregunté de qué debía hablar cuando estuviera aquí esta noche. Y me mostró una visión del núcleo de trabajadores de la luz, Maestros Jedi, chamanes de la Amazonía preparando ayahuasca juntos, sacando las hojas y macheteando la liana, compartiendo sus canciones e historias, sus  sueños y sus técnicas; y luego, en la noche tomaron la medicina que habían hecho todos juntos y cantaron juntos una canción poderosa, lanzando una hechizo que permitiría que la sabiduría del ayahuasca haga metástasis y florezca. Espero que eso realmente suceda. Espero que ustedes ya tengan una especie de círculo chamánico que beba y trabaje unido. Estoy tentada a pensar que ese es un negocio arriesgado, aun así no puedo imaginar ningún poder en el mundo que pueda resistir el intento concentrado de los bravos de la Amazonía si unen fuerzas. 
Parte de mi visión parecía tratar acerca de como trasmitir conocimiento a la nueva oleada de exploradores psicodélicos. La gente se está metiendo esta cosa en sus departamentos en Manhattan. Es como cuando la intelligentsia perdió el control sobre el LSD. De repente todos está haciéndolo y todos somos como bebes en el bosque. Muchos de nosotros no tenemos ni una sola pista. El monolito de 2001 ha aterrizado en nuestro patio trasero colectivo y estamos todos ahí rascándonos la cabeza diciendo “mmm, ¿qué es esto? ¿Qué pasa si entro? Somo como aprendices de magos abriendo portales al azar y gritando “¡Aquí estoy! ¡No sé lo que estoy haciendo! ¡ven y comparte mi sistema nervioso! ¡Estoy abierto!”


Estamos desesperadamente necesitados de entrenamiento. Conocemos como preparala y como arreglar el lugar para tomarla. Tenemos recursos como Erowid para cosas específicas como las dosis adecuadas o las técnicas de preparación. Pero no tenemos la sabiduría y no conocemos las canciones. No sabemos como confrontar a los espíritus o como protegernos de aquellos con los que no deberíamos interactuar. No sabemos como armonizarnos. Realmente ni siquiera sabemos como nadar; simplemente estamos chapoteando y avanzando como perros en el agua. Y estamos aprendiendo, las plantas mismas son excelentes maestras pero entendemos que hay miles de valiosos años de conocimiento importante que simplemente no tenemos. Sabemos que es peligroso proceder si él y sabemos que no es tan efectivo proceder si él. Realmente queremos aprender. Queremos beber con chamanes legítimos de un linaje cultural que realmente sepan lo que hacen.
Aún así, escucho más y más gente quejarse cuando las ceremonias de ayahuasca son demasiado tradicionales. No aquí, por supuesto. La gente viene a Perú por lo tradicional, pero donde vivo, en California escucho a las personas hablar de nuevas modalidades que empiezan a evolucionar. Por ejemplo, yo voy a una ceremonia anual que también es un retiro artístico. Ahí está permitido pararse y girar ahí mismo en la maloca… Cantamos canciones del Daime, canciones sufíes, canciones hindúes, canciones de los Beatles. Es asombroso, es mágico. A mamá le gusta, se los juro. Todos reciben buena curación, buena introspección, buena vibra… y estoy realmente entusiasmada con esto porque creo que demuestra que muchas maneras de hacerlo funcionar. Mientras tanto, es importante respetar la tradición original. Creo que parte de este mismo respeto podría ser el reformular algunas cosas en vez de hacer una imitación a medias de todo. Las culturas están colisionando y nuevas formas evolucionan en las intersecciones. Esto tiene sentido, así que la próxima vez que veas a una chamán tradicional sirviendo en una botella de Coca-Cola piensa que todo está hecho de magia y que todo tiene una función que desempeñar.
La siguiente ola de jóvenes que están al tanto de los psicodélicos tiene un importante papel que desempeñar. Están muy bien conectados. Son muy buenos diseminando información. Si la verdad puede ser dicha así como para ser entendida, entonces será trasmitida. Pero para que pueda ser entendidas por estos chicos van a tener que aprender a hablar su lenguaje. Deben conocer sus mitos para que puedan alcanzarlos donde viven. Una canción que fue creada para ser tocada en un instrumento shipibo podría ser interpretable en una guitarra eléctrica, pero naturalmente evolucionará un poco en la traducción. Cada generación tiene que reinterpretar sus viejas historias. No podemos descartarlos, sino actualizarlos para que puedan reflejar el mundo como lo conocemos 
Para que podamos cambiar las cosas en este punto, muchas cosas deben hacerse bien realmente rápido. Necesitamos todas las manos sobre la mesa. Necesitamos a todos los trabajadores de la luz activados. Me refiero a ti. Necesitamos que todos los que posean algo de verdadera sabiduría o verdadera magia se mantengan bombeándola tan efectivamente como sea humanamente posible. No podemos retroceder. No podemos tener miedo de equivocarnos. No podemos tratar de mantener la tradición viva mientras todo el mundo estalla en llamas. Porque ¿saben qué? La Amazonía se acabó. No habrá sanación en la Amazonía mientras no haya sanación en Nueva York, ni en Los Ángeles, ni en Dubai. Y ellos necesitan MUCHA sanación, y no tenemos mucho tiempo. Necesitamos guerreros para Gaia en este instante. Necesitamos una orden mística de superhéroes de la vida real.
Y eso es lo que queremos ser. Es para lo que nos hemos estado preparando toda nuestra vida. Nada es accidental. Quizá una de cada cincuenta personas o una de cada cien tiene el tipo de chamánico de personalidad ¿verdad? Y todos nosotros estamos medianamente activados por nuestra exposición a un imaginario mítico. La generación Star Wars fue criada para desear ser místicos. La generación Matrix está rechazando el programa. Sabemos que todo es una ilusión y que somos nosotros quienes la estamos soñando. Los niños que crecen con Avatar quieren conectarse con a IA –la Inteligencia Amazónica- y está ahí ¿saben? Todo es verdad, todo es real. Es tan real como siempre quisimos que lo fuera. Y queremos que sea real. Queremos tomárnoslo en serio. Sabemos que este es el fin del mundo. Sabemos que una transformación masiva tiene ocurrir, y si este misterio puede ser traído a bordo de nuestras vidas de una forma que pueda consumar nuestros mitos, creo que podríamos activarnos completamente por él.
La ayahuasca es un espíritu de la selva pero también es un espíritu viajero-espacial. Es tan futurista como arcaica. Lo sabe todo. No es un turista que viene del campo y se siente confundido por la “sofisticada” gente de la ciudad. Te habla en cualesquiera sean los términos que tienes en la cabeza. Si tu contexto es la mitología selvática, tal vez te envíe una anaconda gigante. Pero si tu contexto es la ciencia ficción entonces te enviará un Shai-Hulud, el gusano de arena de Dune. Quizás es parcialmente la misma imagen, no lo sé. Pero sé que cuando les pregunté a las plantas de qué debía hablarles aquí esta noche, me dijeron que debía hablar acerca de fundar un Templo Jedi.   

¿Qué les parece? Realmente no quisiera llamarlo así y no estoy tratando de llamar la atención o trivializar lo que les digo, todo lo contrario. Pero sí me gusta la palabra praxeum de la Academia Jedi, que significa aprendizaje y práctica.
Centro Takiwasi
Sé que hay condensaciones parciales de esto – las llamadas escuelas de chamanismo – y que hay centros de retiro que más o menos se parecen a lo que estoy mencionando. Pero yo me refiero a algo más parecido a una verdadera universidad que albergue a chamanes experimentados, un lugar al que puedas ir y vivir durante algunos semestres. Seguro que vas a tener que beber mucho, seguro estarás muy inmerso pero también tomarías clases y diferentes chamanes enseñarían “Defensa contra las artes oscuras” o “Ícaros I”. También habrían clases de botánica, “Trabajo en la Chacra[9]”, “Ecología del Amazonas”. Habrían expertos instruyendo a los estudiantes sobre neurología, química y psicología transpersonal. Podría tener un programa para que los postulantes vengan y experimenten con la medicina – solo por exploración o para una reseteada o para curarse – y los estudiantes a tiempo completo podrían funcionar como asistentes. Los profesores podrían hacer ceremonias juntos como vi en mi visión. Podrían tomar clases entre ellos también. Si más científicos conocen a las plantas y más curanderos conocen más sobre psicología moderna o química o física cuántica o cultura popular, se podría hacer mucho bien. Los chamanes son como nuestros doctores o ministros y necesitamos que sepan de donde venimos y a donde vamos; que clase de energías tenemos a nuestra disposición y qué demonios estamos combatiendo. Necesitamos chamanes que vengan al Burning Man y a Nueva York porque ni si quiera sabemos nuestras propias canciones. Los patrones están estropeados y no sabemos cómo repararlos. Necesitamos un Ícaro para el internet, necesitamos depositar versos de canciones en el paisaje virtual y hacia afuera, más allá de este mundo hacia las estrellas.
Necesitamos que nos ayuden a encontrar la forma de chamanismo que es la correcta para personas como nosotros. Ni siquiera quiero usar la palabra chamán para los estudiantes. El chamanismo es una antigua y venerable institución, no quisiera trivializarla sugiriendo que cualquier tipo de programa podría lanzar una nueva cosecha de chamanes cada año. Eso sería disparatado e insultante. Los chamanes tomarían aprendices individuales quienes vivirían con ellos en una cabaña durante años y aprender realmente. No queremos degradar eso. Pero hay tan pocos espacios para aprendices legítimos ¿saben? Y necesitamos desarrollar nuestro potencial colectivo lo más rápido posible.
Quiero hacer una nueva distinción entre un profano y un chamán –un adepto, quizás-. Es algo así como la diferencia entre un doctor y un practicante de enfermería. Quisiera ver algo análogo a una licencia de piloto o un certificado de los que les dan a los buzos para sumergirse mar adentro que diga cuantas horas de vuelo tienes, que sabes para que sirven todos esos botones y que has memorizado todas señales manuales como “anaconda”, “cóndor” o “enjambre de elfos”. Una licencia de ese tipo significaría que estás listo para andar, que puedes viajar con alguien de tu rango o superior y probablemente harás más bien que mal. No significa que puedes enseñar a otros, pero significaría que tienes los principios básicos, cierta experiencia y que eres una buena fuente de información. Sí, sé que un poquito de conocimiento puede ser peligroso; pero un poquito de conocimiento también puede salvarte y salvar a tus amigos. Un adepto puede ser el encargado de alertar a su comunidad acerca de combinaciones que estén contraindicadas, por ejemplo. Podría amainar las aguas psíquicas con una canción antigua, redirigir energías desbalanceadas y sentir lo que está pasando en general. Personas con tales habilidades básicas contribuirán a manifestar el futuro que todos queremos.
Además, serán nodos de sanación en sus comunidades, estos estudiantes podrían ser los embajadores de la Amazonía. Tal vez podamos establecer una tradición en donde todo el dinero obtenido de las sesiones de ayahuasca pueda volver al Amazonas, al menos una parte. Podrían mejorar la economía de la Amazonía de manera controlada; y podríamos tener este asombroso centro – quizás muchos- con buenas librerías y buen arte y grandes jardines y estudios de grabación.
Pero todo esto significa evolucionar la tradición y hacer las cosas de diferente manera de cómo se han estado haciendo. Hacerlo de la manera usual no va a funcionar en la ciudad y no va a funcionar en la Amazonía. Estos son tiempos extraordinarios y nos fuerzan a todos a y ajustar nuestras prácticas de maneras sin precedentes. Tomar ayahuasca a la antigua porque así es como se ha hecho siempre es como trabajar en DOS porque así se ha hecho siempre.
Evolucionar significa trabajar juntos y dejar de lado un poco el “soy el más bravo chamán del Amazonas”. Estuve medio sorprendida cuando escuché acerca de las peleas internas que se presentan. En mi ingenuo idealismo hippie asumía que todos los chamanes serían como uno solo.
El tiempo ha llegado, la suerte está echada, empezó el juego, las fichas están sobre la mesa. Este es un momento crucial para nuestra especie, y tenemos que darle todo lo que tenemos. La ayahuasca podría ser uno de los catalizadores que necesitamos. Se está moviendo por el mundo y está haciendo amigos. Está haciendo nuevos pactos. Tenemos que negociar un nuevo acuerdo con ella. Quizás también está evolucionando. Terence McKenna dijo que el hongo quiere dispersarse en la cultura, que quería hacer contacto con estas nuevas mentes y co-evolucionar con nosotros. Tal vez el ayahuasca quiera lo mismo. Creo que así será, lo quiera o no. Es un poco difícil imaginar que las cosas no sean de esta manera, lo que es reconfortante…
Tenemos que hablarle. Tenemos que preguntarle lo que quiere. Tenemos que trabajar con ella. Así que la siguiente vez que Mamahuasca te conteste el teléfono sé un buen embajador. Dile que mucha gente extraña está viniendo y pregúntale como canalizar ese río ¿Cómo podemos encontrar nuestro camino a través de esta selva? ¿Cómo podemos alcanzar nuestro potencial tanto como individuos y como especie? ¿Cómo podemos hacernos compañeros para sanar el mundo que compartimos?
Yo tengo al ayahuasca en la más sagrada consideración y si en algún momento he sonado irrespetuosa, pido perdón humildemente. Es un misterio más profundo que lo que podría empezar a sondar. Cuanto más entro en comunión con la ayahuasca, menos pienso que sé sobre ella. Solo sé que quiero que ganemos la carrera por la humanidad y parece que va a estar bien reñida. Quiero que hagamos todo lo posible para poner las cosas a nuestro favor.
Tal vez así es como funciona. Tal vez así es como los dioses bebés maduran y estamos en la pubertad en este momento ¿Han escuchado cuando dicen que somos los hijos de Dios? Pero el hijo de una oveja crece para ser una oveja ¿no es así? y el hijo de un ser humano crece para convertirse en un ser humano.
El futuro está tratando de nacer ahora mismo y necesitamos parteras en cada esquina. Que la fuerza nos acompañe a todos.




[2] www.erowid.org
[3] frequented by do-it-yourself experimentalists.
[4] Trip reports
[5] I know that it's the real thing
[8] You name it
[9] "Hands-on in the Jungle"

martes, 30 de julio de 2013

Cambiar la corriente

Tenemos la tendencia a olvidar toda la sangre que ha costado tener las cosas que disfrutamos hoy en día. No hablo solamente de vidas militares. Entre las décadas del 70 y el 80 hubo una efervescencia política entre muchos jóvenes como nosotros que no solo estaban dispuestos a invertir casi todo lo que tenían en la defensa de sus ideales, sino que muchos de ellos incluso ofrecieron sus vidas. Pero la pasión es el toro que debemos domar antes. 


La efervescencia se convirtió en vehemencia y poco a poco en hambre de poder[1]Entonces llegó Fujimori a decirnos que era imposible domar al toro, que era una tontería intentarlo. Llegó la tele a decirnos que la vida se agota en la compra de tu depa y tu carro. Somos los hijos de una época en la que la felicidad de los otros no tiene nada que ver con la nuestra.  Nacimos en un mundo en donde el intentar hacer algo por el otro no solo es tonto sino económicamente ineficiente. Es increíble ver como ya nadie trata de convencernos de nada –en esto el fujimorismo fue pionero[2]-  sino de sumirnos en la ilusión de quever cientos de titulares en Facebook nos hace personas informadas.



Pero la era actual es también la era del emprendedurismo social, de la indignación y la integración de movimientos sociales que antes peleaban aislados[3]. La solidaridad ha huido de la política a estas nuevas manifestaciones.
Pero para los que ya hemos intentado buscar niveles más profundos de transformación desde el activismo, los proyectos de desarrollo, el voluntariado u otras opciones, es claro que el “sistema” político, es el campo que debemos recobrar para nosotros y para todos. Albert Camus, explica en El Hombre Rebelde que cuando una persona ya no puede comprometerse más con un proyecto de vida limitado e impuesto, se resiste y cuando se resiste su rebelión trae consigo una transformación interna que la lleva más allá de sí misma (...) Cuando un hombre se rebela, se identifica con otros hombres y así se sobrepasa a sí mismo. Desde este punto de vista la solidaridad es metafísica.
¿Cuánto tiempo más nos quedaremos a mitad de camino? ¿Qué más debe pasar para que, los que entendemos a qué se refiere Camus cuando habla de la solidaridad,  dejemos que creer que podemos cumplir nuestros objetivos para con los demás prescindiendo de la Política con “P” mayúscula?[4] Aquellos que nos hemos aventurado al difícil proceso de domar nuestro propio ego debemos perder el miedo de adquirir mayor poder y responsabilidad.
Necesitamos recordar como las generaciones anteriores fueron vencidas por la frustración y la violencia que les hizo olvidar que el camino es siempre más importante que la meta. Debemos reconstruir un sistema de partidos que proponga, sobre todo, un nuevo modelo de liderazgo. Ya no se trata de competir por saber cuál será la ideología única que solucionará todos los problemas del mundo, sino de crear una estructura de partidos que soporte un movimiento de bases locales que permita a las personas despertar como agentes políticos y que pueda reemplazar por fin de manera efectiva el sistema actual compuesto de relaciones de poder tan desiguales. De lo contrario siempre estaremos del otro lado y seremos los eternos rebeldes, los que van contra la corriente. Basta. Recuperemos la política y veamos como la corriente empieza a correr a donde siempre soñamos que lo haría.


[1] Para una historia detallada de esto ver: 
Sinesio López. Apogeo y Crisis de la Izquierda Peruana. 2012 / Vargas Llosa, Mario. El Pez en el Agua. 1993 / Manrique, Nelson. Usted fue Aprista. 2009
[2] Degregori, Carlos Iván. La década de la antipolítica. 2012
[3] Rist, Gilbert., El desarrollo: historia de una creencia occidental. 2002
[4] Frase tomada del Facebook de Carmen Mc Evoy

viernes, 14 de junio de 2013

Zoon politikon

La misión de los partidos:

Puedes ser de izquierda, derecha o centro, todos coincidimos que en el Perú lo que no funciona es la política. Quiero ser enfático en esto porque no importa si lo que deseas es más o menos Estado, para lograrlo primero necesitas que la política funcione. El Nacionalismo es un caso paradigmático ¿Cómo pudieron pensar (intelectuales incluidos) que un partido tan pequeño y personalista iba a ser capaz de llevar a cabo una gran transformación? En sentido amplio todos queremos una gran transformación, liberales e izquierdistas. Todos ¿Por qué entonces no están trabajando juntos en proyectos de promoción de la ciudadanía y en la construcción de un sistema de partidos que funcione? ¿Por qué están tan concentrados en ganar cuando es tan evidente que las reglas del juego no funcionan para nadie?

Ahora quisiera dar un ejemplo de qué tendría que hacer un partido que quiere hacer las cosas en serio:

Supongamos que tenemos un conjunto de productores algodoneros  rurales que desean que se imponga un impuesto a la importación de algodón.  Para esto, deben ir más allá de sus espacios habituales y salir a hacer política. Necesitan representantes que hablen por ellos ante el resto de la sociedad. Evidentemente los representantes que ellos elijan no pueden ir a formular el pedido de esta manera, tienen que argumentar al menos que la tasa de exportación de trigo es compatible con el interés nacional y el bienestar de la mayoría, luego negociar[1]. Es decir que van a tener que tener un discurso mucho más complejo e integrador que el que se establece en el inicio del proceso. Y así nace la política. Con tal diversidad de grupos, con intereses tan diferentes tenemos que la única salida para que estos grupos no vivan en conflicto permanente -que es más o menos lo que sucede en el Perú de ahora- es la creación de reglas de juego político que funcionen para todos.

Ahora un ejemplo histórico:

A principios del Siglo XX en el norte del Perú se dio un proceso de rápida monopolización de las haciendas azucareras, unos pocos tenían propiedad sobre la tierra; lo que hizo que las comunidades campesinas fueran excluidas de un modelo económico en el que no encajaban. La actividad política se hace necesaria para estas comunidades y aparece el APRA, en lo que va a ser llamado después "el sólido norte aprista" ¿Cómo logró el APRA ser un partido nacional con cuadros profesionales, sindicales, barriales y comunales integrados bajo una visión del país por la que muchos de ellos estuvieron dispuestos a morir? Lo primero que hicieron fue fortalecer a la sociedad civil. Gestionaban todo, desde bibliotecas hasta clubes de fútbol[2]. Así aparecieron los liderazgos necesarios y una fuerte cohesión que permitió integrar a más y más grupos de interés. El problema fue que al ser una propuesta unilateral y en el fondo paternalista (finalmente la opinión de su líder era la única importante) se deshizo en lo que es ahora. Un partido más…

Lo que nos toca:

Primero dejemos de creer que un partido pequeño va a lograr algún cambio. Solo los partidos grandes pueden lograr eso. Es fundamental dejar a seguir líderes sin partido . Lo único que logramos es perpetuar el círculo del "mal menor" cada cinco años. Dejémonos ya de mentirnos a nosotros mismos y seamos más responsables. Luego tenemos que darnos cuenta de que hacer política en serio nuestra principal tarea como generación. Debemos darnos cuenta de que sea cual sea tu preocupación (la desnutrición infantil, la cultura, el arte, la educación, los derechos de los animales, la interculturalidad, la innovación tecnológica, el modelo económico o cualquier otra), si de verdad te interesa resolverla, necesita de planes y acuerdos de alcance nacional, es decir, planes que requieren de hacer mucha política. En Coherencia por ejemplo, vamos avanzando en paralelo. Por un lado tenemos proyectos de fortalecimiento de la sociedad civil y promoción de la ciudadanía[3], y por el otro tratamos de formar un partido cuyas estructuras y metodologías vayan de acuerdo a lo que requiere el Perú de nuestros días. Trabajemos todos pues en lo que más nos mueve en lo personal y mientras tanto, reconstruyamos la política en serio.


lunes, 10 de junio de 2013

Mi primer viaje en LSD


En principio, tenía mucha curiosidad. Luego de mis primeras experiencias con ayahuasca (una cada 2 o 3 meses más o menos) mi vida realmente cambió. Era como si tener la mente bajo control fuera el estado natural al que me estaba acercando. Estaba muy contento por eso a pesar de que sobre todo, la ayahuasca me hizo consciente de que no sé casi nada acerca de casi nada; y de que el camino hacia las preguntas que me interesa resolver es más largo y difícil de lo que era capaz de imaginar antes de conocer los mundos que la planta me reveló. Así pues, sin notarlo, bastante confiado cometí algunos errores que me alejaron de mi nuevo estado de conciencia. Al darme cuenta de esto, luché por recuperar lo perdido y poco a poco fui lográndolo. En esas circunstancias es que llega el LSD. De la mano de mi hermano que tenía un amigo que garantizaba un producto bueno, sin alteraciones, aunque no había certeza acerca de la potencia de la dosis. Había estado experimentando con mi mente durante las noches antes de dormir, observando como pasa de una imagen a otra, de y como cada “yo” lucha por parecer real ante la conciencia. Noté que debía aumentar mi capacidad para navegar esa tormenta, ya que es algo que experimenté también durante la “mareación” de la ayahuasca. Esto, me parece, es lo más importante que debe aprender alguien interesado en sí mismo, sobre todo los que quieren usar psicodélicos como herramienta. Estas sustancias hacen desplegar las verdades más profundas de tu ser pero también pueden hacer que una ilusión se vea más real. Uno puede perderse durante varios minutos entre visiones, intuiciones y sensaciones que, recorridas con la conciencia atenta relevan lo que te mantiene dormido en el estado de vigilia normal. De otra manera es solo un tripsazo que puede llevar una vida de pseudo espiritualidad muy peligrosa. Tu vida se convierte en una dictadura perfecta porque se asemeja a la libertad. Hace creer que uno ha logrado algo cuando en realidad  ha quedado esclavizado a alguna parte de su inconsciente.

Entrar con plena conciencia a la tormenta que es la mente no domada fue la misión que me asigné al colocar en mi lengua el cartoncito empapado de LSD que tenía guardado durante casi dos semanas en mi mochila. En resumen decidí disfrutar del viaje sin identificarme con nada, exactamente la misma actitud que trato de tener hacia la vida.

Estaba en mi casa, con mi hermano cuidando y el sol deseándome buen viaje a esa hora de la mañana. Todo era hermoso mucho antes de que empezara el efecto.

Luego de varias experiencias con ayahuasca, una sesión de respiración holotrópica y prácticas casi diarias de sueño lúcido, ya todo fue más familiar. Sentí poco a poco como me iba liberando de mi personalidad casi sin resistencia. Rápidamente sentí una paz que ya conocía. Todo era milagroso otra vez. De pronto las primeras visiones. Al cerrar los ojos aparecen de inmediato los famosos fractales de luz y color de las películas, los documentales y el arte psicodélico; aparecen bailando e invitándote a relajarte y disfrutar.



Di un largo respiro y abrí los ojos, ese no era mi objetivo. Empecé a reír calmadamente al darme cuenta de como me había estado haciendo problemas inútiles acerca de varias decisiones que ya había tomado. Ahí empezó el verdadero viaje. Mi mente y mis angustias, las que todavía estaban ahí aparecían “dibujadas” en su complejidad no conceptual, en su profunda simpleza “tratando” de ser reales. Entré en un estado de introspección corto y no tan profundo como los que permite el ayahuasca, aunque tuvo cosas útiles que me acompañan hasta hoy. De pronto desperté. Con mi mente tranquila salí mi balcón. Sentí que el sol quemaba y me limpiaba. Vi una vez más que todo era hermoso, me dejé llevar y los colores se volvieron increíblemente perfectos. En ese momento cedí a un pensamiento que se había quedado conmigo desde antes de ingerir el LSD. Extrañaba mucho a Susan esa mañana como todos los días pero en el estado en el que estaba se hizo evidente que mi mente no tenía nada que ver con ese “pensamiento” realmente estaba con ella. Mi conciencia y la suya estaban evidentemente unidas -amor- escuché o sentí, no sé bien que palabra usar. Amor. Eso sentí. ¿Pero qué podría decirle a ella? ¿Y si empiezo a decir incoherencias? Shhh… Logre hacer silencio otra vez y marqué el número. El efecto aumentaba su intensidad y me pareció evidente que, a falta de ícaros, una guía externa me sería útil. Todo me decía que debía llamarla.
Apenas escuché su voz sentí que mi corazón crecía hasta inflamarse por un instante hasta que lleno de energía se descargó haciéndome vibrar plácidamente.
- He tomado LSD -
- ¿Y qué tal? – Reconocí su tono de su voz de inmediato. Era el mismo tono de voz que usó el día en que llamó mi atención por primera vez. El tono de voz de una persona que realmente quiere ayudar. El de una persona que pregunta porque le importa realmente. Sonreí al darme cuenta de que fue en ese momento que me enamoré de ella.
-Bien, muy bien – Le respondí mientras en el techo y las paredes se formaban más y más fractales de luz lila, roja y verde.
Hablamos de nosotros y de como nos había cambiado la relación. Nos había ido muy bien, y  mientras pensaba en eso el efecto del ácido se intensificaba. Ya no estaba solo así que me dejé llevar. Mientras hablábamos cerré los ojos y me encontré en un mar de luces. Cada una producto de un pensamiento diferente, cada una manifestación de mi mente recreando la realidad. De pronto sentí que entidades que se habían manifestado antes en mis viajes en ayahuasca se hacían presentes a mí alrededor otra vez. Se lo comenté a Susan.
- ¿Qué te están diciendo?-
- Para eso debo hacer silencio un rato, amor. Si me demoro mucho en volver me pasas la voz por favor – Hice silencio y todo se aclaró. Le conté cual había sido mi trabajo en este mundo todo este tiempo, como me estaba preparando para que me revelaran mi nuevo trabajo, como me apuro a veces aunque sé que tengo todavía mucho que aprender de la vida. Como había aprendido a escuchar y a ver para ayudar y como a veces me olvidaba y hacía todo mal – ese es mi trabajo por ahora – terminé diciendo. No respondió durante un par de segundos durante los cuales solo escuché un suspiro suave a través del teléfono
- Qué bonito trabajo tienes – me dijo, con la voz más bonita del mundo. Algo se había movido en ella. Algo tenía sobre sus espaldas. Hizo un par de comentarios que me hicieron saber de lo que se trataba, problemas que regresaban cada cierto tiempo. ¿Cómo decirle que podía ser feliz en ese mismo instante si quisiera? Siempre tuve ese problema. Me abstenía de decirle muchas cosas por miedo a que se alejara al pensar que son tonterías. Me di cuenta y simplemente hablé sin dejar que el miedo intervenga. Y mientras lo hacía mi propia mente se iba acomodando. Más y más verdades sobre quien soy y lo que tengo que hacer se revelaban. Cuando terminé de hablar hubo un nuevo silencio.

- Gracias. Necesitaba escuchar todo lo que me has dicho, me hacía mucha falta – El efecto pasaba y empecé a decirle cosas mucho más concretas sobre lo que estaba pasando en nuestras vidas. Se acababa la universidad y empezaba el trabajo. Le agradecí mucho al darme cuenta de como me había ayudado la agenda que me había regalado un par de semanas antes, que junto con mis audífonos se habían vuelto objetos casi mágicos. -Mi agenda me ayuda a navegar este mundo, con mis audífonos puedo conectarme con el otro mundo- terminé diciendo y pude ver que sonreía.

La conversación siguió con mucha naturalidad y mientras hablábamos, tratando de ayudarnos a superar lo que cada uno estaba pasando en ese momento me fui dando cuenta del milagro que era haber encontrado una persona así. Ver lo que éramos en ese momento...  Ver como cada aspecto de su forma de ser me servía para crecer me hizo sentir que la abrazaba con toda mi fuerza. Pero también sentí que mi ego empezaba a resistirse. Que frente a esa forma de querer estaba absolutamente vulnerable, se veía obligado a confiar, olvidarse de sí mismo y morir. Pude ver claramente como pasado el efecto del LSD se iba a defender y que las peleas -que luego de más de un año y medio de relación habían estado ausentes- aparecerían eventualmente; que lo más difícil estaba por venir para los dos. Sin darme cuenta empezó de nuevo el palabreo mental “tú estás dispuesto a hacer lo necesario ¿pero ella?” O peor, ella avanza mucho más rápido que tú, llegará un momento en que te dejará, ya está en contacto con personas que le pueden hacer viajar, conocer, no tiene pruebas que la atan como a ti” Creo que estos pensamientos atacan a todos los que se han enamorado pero en el estado en el que estaba se sentían mucho más reales. Decidí no huir y escucharlos sin identificarme con ellos, dejando pasar la angustia sin beber de ella. Sonreí otra vez y mis acompañantes sonrieron conmigo “cuando sea el momento sabrás que hacer” y todo se fue diluyendo. Susan empezó a hablarme más sobre lo que le pasaba. Hice silencio otra vez para escucharla y mientras me contaba fui notando como proyectaba muchos de sus miedos en los demás. Sobre todo su miedo a la libertad que mantenía cautivas a muchas de las personas que se preocupaban por ella. Pero mientras “percibía” todo esto mi conciencia dio un giro hacia sí misma. Pude ver con claridad como yo también hacía lo mismo. Lo que es completamente diferente a leerlo en un libro de psicoanálisis o budismo. Ver ese proceso sucediendo en el presente me cambió y es lo más valioso que saqué de toda la experiencia con LSD. Me despedí de Susan prometiendo llamar luego a contarle como evolucionaba todo. 
- Te amo –
- Te amo –
Salí del cuarto donde estaba hasta donde estaba mi hermano en la computadora. Le di un beso en la cabeza por darme el LSD, porque lo quiero mucho, porque es mi hermano y por la música que estaba escuchando en ese momento. Con lo más intenso atrás y habiendo tomado la precaución de asegurarme haber cumplido con mis responsabilidades de la semana me eché a la cama a disfrutar de Flying Lotus. La música en LSD es tan maravillosa como dicen los setenteros.




Fue un viaje sumamente agradable y bastante manejable, incluso durante los momento más intensos uno puedo “volver” y hacer lo cotidiano. En mi caso postear en el muro de la página de Facebook que administraba durante la campaña por la no revocatoria a la alcaldesa de Lima, prepar algo de comida y cambiar la arena de mi gata. Así fue mi experiencia con LSD. Entiendo su potencial recreativo, no es tan intenso como la ayahuasca o los hongos, yo lo recomendaría a una persona que desea tener su primera experiencia con psicodélicos. No hay pierde si se hace en un buen lugar con la compañía adecuada.

Escuchar esto con mis audífonos fue increíble: